Diario de León

CORNADA DE LOBO

Diario palomero 5

Publicado por
GARCÍA TRAPIELLO
León

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Desde que una pareja de palomas torcaces anidó en un tiesto de nuestro exiguo balcón hay una fiesta natural a la vista y una lección de oportunismo y vida adaptativa, que no otra cosa es la evolución.

5 de julio: Al poco de nacer, seco ya su plumón y hechos los estiramientos pertinentes, parece imposible que ese pollo de torcaz estuviera hace poco en un huevo tan chico... y cupiera (¡como para no huir de esa cárcel!). Al fin vemos qué es la «leche de paloma» con que cría la especie a sus pichones: papilla que fabrica en su buche, la regurgita y la zampa el pequeño panzón como si fuera un potito, papilla muy energética, su única dieta hasta que se larguen del nido. Como ahora están en frenesí de crianza y la pareja parental ha de comer para tres, podríamos ponerles arroz o garbanzos cocidos para facilitarles la dieta, pero ni se nos ocurre interferir lo más mínimo en el plan natural que dicta su conducta. Ya bastante urbanas se hacen como para ponerles comedor social. Que espabilen y se busquen la vida. Es su destino. A primera hora de la tarde, como ayer el primero, nace el otro pichón. Hale, ya tiene con quién pegarse, muy de hermanos.

6 de julio: No le pondremos a la nidada el chupinazo con que arrancan hoy los sanfermines. De cuetes y estruendos no son muy partidarias estas palomas. En cuanto a la tele, la miran en el móvil como las vacas al tren (ya que van a ser urbanas, que vean la pantallita-papilla con que se nutre la gente hoy). Les ponemos imágenes de congéneres quietas o volando. Y tampoco. Sería preocupante si fuera de otra forma. La hortensia sigue amarilleando hojas bajas aunque tiene riego (¿intuye más sequía venidera?); tememos que queden solateras las 34 floronas que la festonean y no oculten bien el nido.

7 de julio: Los pichones huronean bajo el pecho esporpollado de papá o mamá. Asoman, comen y vuelven a su calidez «subterránea» (lo que más les crece es el pico). Les bautizamos Tiburcio y Cogollo, héroes algo tintinescos del primer cómic leonés, el que dibujó el tío César, cura Trapiello.

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