Calvo: «Por primera vez se sabrá lo que aporta la cultura al PIB»

La ministra de Cultura, Carmen Calvo, aseguró en Valencia que «por primera vez en la historia de la democracia» se sabrá exactamente qué volumen de ingresos aporta el sector cultural al producto interior bruto (PIB) gracias a un estudio del Ministerio de Cultura en colaboración con el de Economía y Hacienda que se publicará en los próximos meses. Según explicó la ministra en Valencia, donde acudió para pronunciar la conferencia Cultura, creación e industrias culturales , conocer estas cifras ha sido una de sus principales inquietudes desde que llegó al ministerio. «España no tiene cifras de lo que aporta el mundo cultural al PIB, pero este año las va a tener por primera vez en toda la historia de la democracia», señaló la responsable de Cultura. «Desde que llegué al ministerio lo primero que hice fue solicitar datos estadísticos de todo esto, así que en unos pocos meses por primera vez el Gobierno de la nación incorpora a su metodología estadística los item de cultura y las cifras de la cultura». Romper tópicos Calvo explicó que estos informes también revelarán «cómo movemos el gasto per cápita en cultura en el ámbito familiar, cuantos puestos de trabajo crea la cultura, etcétera» con lo que a su juicio «se romperán algunos tópicos sobre los sectores más pujantes». «Los americanos tienen hechos informes de este tipo desde los años 60, cuando se produjo el gran boom de la televisión y el cine. En aquellos momentos los Estados Unidos tomaron una gran decisión de Estado, que uno de sus tentáculos de poder fuese su cine y su literatura», añadió. Además, Calvo insistió en «lo que representa la cultura en el ámbito de la modernización de ideas y de valores de una sociedad, ya que a veces se piensa en la cultura en términos artísticos, pero muchas veces los cambios culturales preceden a los cambios económicos o políticos y determinan, por tanto, valores nuevos en una sociedad», según dijo. «Las industrias culturales representan parte muy importante del desarrollo económico. Lo que llamamos paro intelectual, es decir, el que afecta a los jóvenes mejor formados, se suele resolver a través de los yacimientos de empleo de los bienes de la cultura».