Una fabulosa lanzadera de arte en Cinabrio

Que el arte no se quede dentro parece un lema no escrito de la Galería Cinabrio, regentada por Gemma García y cuya visita al establecimiento, escuela y sala es toda una experiencia. El otro sería hacer todo lo posible porque exista la creación artística o que el que empieza tenga su oportunidad. Dicho de otro modo: aquí en Cinabrio el que no tiene padrino también se bautiza, porque el entusiasmo calmado de García seguro que le dará una oportunidad.

Algo de todo esto hay en Expofiebre , la muestra que se inauguró este fin de semana y en la que Alexandre Casal deja prueba de un torrente creativo que presenta como sobrevenido pero en el que detrás hay su conocimiento multimedia e, igual de importante, la fuerza y decisión de su pareja, una leonesa, que es la que pergeña esta exposición que, como explica su presentación, inicia ahora en Cinabrio su andadura en el mundo del arte.

La Galería Cinabrio actúa como catalizador de mucha de la actividad que se desarrolla en León torno al arte. Gemma García, licenciada en Bellas Artes, es así empresaria pero también artista. Comisaria de exposiciones pero también una profesora de dibujo que disfruta «porque los niños tienen esa necesidad de expresarse y en la pintura encuentran una fórmula que funciona», explica Gómez, que también señala que después de la pandemia ha detectado que necesitan aún más este canal expresivo. De hecho, la situación sanitaria hizo que reorganizara las amplias instalaciones de Cinabrio (C/ Gran Capitán, 11) para impartir las clases y que el espacio fuera lo suficientemente amplio.

Como también está metida en todas las dinámicas culturales de León, Gemma García señalaba que está implicada en un gran homenaje que el ILC prepara a Marcelino Cuevas, crítico de arte de Diario de Diario de León, y que fue la gran correa de transmisión de lo artístico para darlo a conocer a la ciudad.

Así, parece que Cinabrio es una galería con vistas al futuro sin olvidar el pasado. Y lo que vendrá tiene en Alexandre Casal, con su seudónimo artístico Likeamarmota, un gran exponente.

«Fiebre se convirtió de un tiempo a esta parte en un síntoma de miedo; nos tomábamos la temperatura, nos confinábamos, dudábamos del otro», inicia así Casal la explicación de Expofiebre . Para añadir que se convirtió en una broma privada para describir algo exaltado, folclórico, artístico.

«Y el loop se inició. Fiebre pasó a plasmarse en tinta pintada con nocturnidad y alevosia; en imágenes, dibujos, videos superpuestos, pintados, digitalizados y luego impresos y metapintados. Nada de nfts. Un bucle sin fin». Viene así el autor a confirmar cómo una efervescencia creativa es ahora una exposición.