Diario de León

Patrimonio

El juzgado subasta el anfiteatro de León

Un local de la calle Cascalerías que preserva restos del lugar en el que peleaban los gladiadores y entrenaban los soldados romanos sale a la venta por 122.515 euros

León

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Un pedazo del anfiteatro de León está en venta. En el portal de subastas BOE.es se puede pujar por el local de la calle Cascalerías 3 que preserva en dos sótanos restos del lugar en el que peleaban los gladiadores romanos. Se trata de una subasta judicial en vía de apremio que gestiona el Juzgado de 1ª Instancia 6 de León. El valor es de 122.515 euros.  

Estos sótanos ya estuvieron en venta hace cuatro años en milanuncios.com, cuando se ofrecían como trastero. Es uno de los tres enclaves de la calle Cascalerías que conservan parte del colosal anfiteatro —muros y parte de la cimentación— que hace 2.000 años superaba en tamaño a la actual Plaza Mayor, es decir, uno de los más grandes de la Península. En aquella ocasión el precio de venta era de 63 euros el metro cuadrado. «Ideal para dividir en trasteros y venderlos», era el reclamo del anuncio, cuya persona de contacto confirmaba que para cualquier otro uso era necesario solicitar los oportunos permisos. «Los restos no se pueden tocar».  

El número 3 de Cascalerías encierra unos diez metros lineales del único anfiteatro del Noroeste. Estos vestigios romanos nunca se han mostrado al público, a diferencia de los que guardan las dos criptas de la misma calle.  

La concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de León en aquel momento, Belén Martín-Granizo, tras admitir que ignoraba el asunto, anunció que investigaría la venta de este ‘sótano romano’, al que se accede por el garaje.  

Es el primer enclave en el que aparecieron los primeros restos del anfiteatro, durante las obras de construcción de un edificio de viviendas en el año 1994.  

Posteriormente surgieron otros dos tramos en sendos solares de la misma calle. Las aspiraciones del constructor, que pretendía recibir ‘por las molestias’ 120 millones de pesetas del Ayuntamiento, llevaron incluso a la concejala de Urbanismo de entonces, Elena Bustillo, a estudiar el traslado de los restos romanos a un solar de La Chantría.  

El anfiteatro acogió sin duda combates de gladiadores, pero también sirvió de campo de entrenamiento para los legionarios. Con posterioridad a su construcción se levantó un segundo muro —en el siglo II— con el fin de sostener la estructura, que tendría problemas de estabilidad.  

Previsiblemente, el graderío era de madera, de ahí que nunca hayan aparecido restos. El recinto sigue los patrones de los construidos en los dominios septentrionales del Imperio, fundamentalmente en Austria y el Reino Unido. Estaba situado fuera de los muros del campamento de la Legio VII.  

Hace solo unos días han aparecido nuevos restos del anfiteatro en el antiguo solar que ocupaban Bodegas Manchegas y que va a ser rehabilitado como hostel. Se trata de un tramo de dos metros de largo.

Un edificio único en Hispania

El anfiteatro de León es el único de Hispania vinculado a un campamento romano. Tendría capacidad para 5.000 espectadores y en tamaño sería muy superior a la actual Plaza Mayor. El anfiteatro estaría situado a escasos pasos del campamento, pero en la zona donde se asentaría la población civil. Se comenzó a levantar en el siglo I, aunque en el siglo II fue reforzado.

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