11 de diciembre de 2022, 3:33
Hasta que intervino Promonumenta, el monasterio era una ruina total y estaba abandonado a su suerte. Fue el primer objetivo de la asociación. Gracias a sus hacenderas y reivindicaciones, el monasterio tiene un Plan Director y parte de él está techado. El coro estuvo a punto de desaparecer, arrumbado en un rincón. Hoy luce en todo su esplendor en la iglesia. En la actualidad siguen las restauraciones.