El Musac quiere bajar la entrada a 3 euros

Lleva poco más de un mes en el cargo y ya quiere revisar la política de precios. La nueva directora del Musac, Eva González-Sancho, defiende una rebaja de la entrada de 5 a 3 euros, para frenar la caída de visitantes. El museo, que no ha dejado de perder público desde el 2008, empezó a cobrar hace un año, porque la Junta quería dar valor a un centro de arte en el que hasta entonces todo había sido gratuito; y, de paso, reducir costes.

González-Sancho considera desmedidos los precios actuales, teniendo en cuenta la crisis económica, el elevado número de desempleados de la provincia y que entrar en museos como el Reina Sofía cuesta 6 euros, pero tiene más exenciones. Mientras en León sólo los menores de 8 años entran gratis, en el museo madrileño se paga a partir de los 18. Consciente de que ha tomado las riendas del Musac en sus «horas más bajas», esta historiadora del arte que ha ejercido de directora en el Frac de Borgoña, es partidaria de hacer un estudio de públicos. «La oferta cultural ha caído, entre otras cosas, porque cuando la gente carece de dinero, tiene otras prioridades», afirma.

Propondrá a la Junta que amplíe los horarios gratuitos -por ejemplo, de 19.00 a 21.00 horas, cuando concluyen la mayoría de las jornadas laborales-. Ahora sólo el domingo es gratis. «Y se nota», dice. «La entrada», sostiene, «penaliza al visitante». González-Sancho sabe que todas sus decisiones están supeditadas a los números. Su gestión se juzgará por resultados. Necesita mejorar el número de visitantes y dispone de menor presupuesto que sus predecesores –Rafael Doctor y Agustín Pérez Rubio-.

El año pasado, el primero en que se instauró la taquilla, las cifras de visitantes se desplomaron un 35 por ciento.

Tasar la colección

Otro de sus proyectos es tasar la colección. Conocer el valor de mercado de las 1.600 obras de aproximadamente 300 artistas que integran los fondos permanentes del museo. La Junta ha gastado más de 13 millones de euros en reunir la colección, aunque la política de adquisiciones lleva paralizada desde hace tres años. Averiguar su precio actual permitirá evaluar si las compras han sido acertadas y ajustar el precio de los seguros; algo vital para la directora, teniendo en cuenta que tiene previsto «mover más» la colección del Musac fuera de España. En su opinión, exhibir los fondos del museo en otros países permitirá «saber cómo funcionan» y, al mismo tiempo, dar mayor proyección al centro de arte contemporáneo leonés.

A González-Sancho no se le escapa que cualquier decisión que tome se medirá en términos de rentabilidad de público. «Ahora toca trabajar de otra manera», dice. Sin embargo, no quiere «liquidar» la investigación o las ayudas a los jóvenes artistas, que es siempre «lo primero que se elimina». También considera imprescindible elaborar un Plan Museológico, que, entre otras cosas, «podría ayudar a los ciudadanos a entender el museo». Del mismo modo, y aunque la colección está «parada», el Plan Museológico permitirá «saber qué obras se necesitan y escribir sobre ellas. No hay mucha literatura sobre el Musac». En su opinión, la colección tiene algunas «lagunas». Considera que las décadas de los 60 y 70, que apenas están representadas en los fondos del museos, son fundamentales para la lectura del arte posterior. En su opinión, «no sobra nada», de ahí que no sea partidaria de vender obras. «Sería un error».

Un capítulo fundamental será conseguir patrocinadores para las exposiciones. Aquí la directora lanza una velada crítica a su predecesor, por no conseguir gratis los materiales de construcción que utilizó la artista Lara Almarcegui, como 1.400 toneladas de hormigón, en una exposición que ha costado 66.000 euros.