El Museo de la Catedral reúne los artesonados más antiguos de León
Los fragmentos, de diversas localidades, han sido datados entre los siglos XIII y XVI.
Rosa María Sánchez, guía del Museo de la Catedral, junto a la selección de fragmentos de artesonados leoneses.
Han sido colocados formando un collage arcano y colorista, una especie de puzle de madera y pintura antiguas fruto de la paciente labor de rescate y estudio llevada a cabo desde hace décadas por Máximo Gómez Rascón, responsable de patrimonio del obispado legionense. Se trata de fragmentos de artesonados leoneses, los más antiguos de cuantos existen —pintados— en la diócesis. Llevan tres días expuestos en el Museo de la Catedral y para algunos visitantes pueden incluso pasar desapercibidos. Pero sólo hay que escuchar un rato a Gómez Rascón hablar sobre estas piezas para darse cuenta de su singularidad e importancia.
«Antes, prácticamente todas las iglesias de pueblos de León que carecían de bóveda contaban con su propio artesonado, sobre todo los de la zona llana, las áreas de Sahagún, Cea, las riberas...», explicaba Máximo Gómez Rascón, añadiendo que la mayoría desaparecieron a raíz de diversos problemas, tales como incendios, derrumbes, restauraciones desafortunadas, su enorme peso o el hecho de que sea el primer elemento en sufrir desperfectos cuando se presentan las inevitables e inoportunas goteras. El responsable de patrimonio de la diócesis ha ido recogiendo varios fragmentos de estos artesonados perdidos y de ahí está «selecta muestra» de los más singulares, que corresponden, en concreto, a los pueblos de La Aldea del Puente, Gordaliza del Pino y Grajal de Campos, especialmente, datados entre los siglos XV y XVI junto a un gran fragmento procedente de la propia Catedral capitalina, con leones heráldicos pintados.
«La variedad de motivos de estas piezas es tremenda —comenta el experto—, y son en su mayor parte fruto de las labores propias del legado y la cultura mudéjar» que impregna amplias zonas de León y Castilla. Jarrones, rostros, heráldica y entrelazados moriscos de delicada factura son los motivos más repetidos. Y muestra Rascón la enorme semejanza que guarda una de esas lazadas con la que decora un enorme cantoral de la misma época que reposa muy cerca. «Es el mismo arte», sólo que uno pintado sobre tabla, al temple, o con óleos, y el otro dibujado sobre papel y pergamino, especifica.
En cuanto a los artesonados de la diócesis aún en pie y observables, Máximo Gómez cree que algunos de los mejores están en Grajal de Ribera, Grisuela del Páramo, Villamuñío, Marne, Villarratel o Villamartín de don Sancho, y en otros donde fueron cubiertos con yeso y permanecen ocultos. Pero además, esta selección de artesonados se ha ubicado, sin límite temporal, junto al extraordinario archivo mudéjar del siglo XIII, único en el mundo y que presenta un tipo de trabajo muy similar al de estos históricos fragmentos.