La afición ademarista rinde sentido homenaje y ovaciona a un eterno Gonzalo Carou
Más vale tarde que nunca. La dichosa pandemia evitó que el respetable leonés despidiera como se merece a Gonzalo Carou el curso pasado —desde marzo de 2020 todas las competiciones quedaron aplazadas por la covid— pero el deporte siempre ofrece una nueva oportunidad y ayer todo el Palacio de Deportes se desquitó ovacionando al internacional argentino —ahora en las filas del Puerto Sagunto— tanto al principio del encuentro, una vez que su nombre sonó por megafonía, y sobre todo tras la bocina final. Fue ahí donde las gradas se vinieron abajo. No era para menos. Ya no viste la elástica ademarista, pero tanto la afición como él mismo siguen sintiendo que es uno de los suyos. «Siempre seré un leonés más», dijo. Carou pudo al fin despedirse de ‘su equipo’ como Dios manda. Del balonmano aún le queda cuerda para rato.