Diario de León

El precio del deporte

El exculturalista que vale 18 millones

Emi Buendía triunfa en el Norwich inglés siendo la referencia del equipo tras ascender a la Premier League Hace lo mismo que en la Cultural, ganar partidos con su juego Los grandes le siguen de cerca

Emi Buendía celebra uno de sus goles. JESÚS F. SALVADORES

Emi Buendía celebra uno de sus goles. JESÚS F. SALVADORES

León

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«Un sueño hecho realidad». Así valora el exculturalista Emi Buendía las dos temporadas que lleva en el Norwich. Primero, el ascenso a la Premier League. Y después de la gran campaña realizada tras subir a la máxima categoría del fútbol inglés. Tras militar en la Cultural, en su fugaz regreso a Segunda, el jugador argentino recaló en el club inglés con el objetivo de ascender. Una meta que conquistó primero y después consolidó. Su valor de mercado está fijado en 18 millones de euros, según destaca Waldemar Iglesias en el Clarín.com en su relato.

Tiene 23 años, pero la cara de pibe le dura. Como si no envejeciera. ¿Será un determinismo de su apellido? ¿Será realismo mágico? No. Emiliano Buendía es una historia de fútbol. Nada tiene que ver con Cien años de soledad, el libro del Nobel Gabriel García Márquez, que narra la historia de la familia Buendía a lo largo de siete generaciones en el pueblo ficticio y encantador de Macondo. Allí todo puede suceder...

Emiliano nació en Mar del Plata. En el fútbol argentino no lo conoce nadie. Apenas, quizás un puñado de amigos de aquellos días de cadetes de San Martín, en la ciudad a la que llaman La Feliz. A los 11 años, el 10 de octubre de 2008 el Real Madrid le compró el pase. Casi nadie se enteró en la tierra de Maradona y de Leo Messi. Pero Buendía siguió. Pequeño, audaz, talentoso, se animó. Y fue.

Resultó cedido al Getafe, aún chavalín. Empezó desde los bajos fondos del ascenso español. Tierra de promesas. También, frecuente tierra de decepciones. En la filial del club de la periferia de Madrid comenzó a hacerse lugar. A mostrarse. Incluso a lucirse con una virtud que mantiene: su precisión en los pases, su capacidad para la asistencia.

Lo probaron en la Primera de España, la Liga de las Estrellas, en un Getafe de vaivenes. No le dieron espacio suficiente. Se podría interpretar como un tropiezo. Lo cedieron a la Cultural de Segunda División. Esa vez, la temporada 2017/2018 tuvo una campaña de números de crack para un mediocampista de ataque o para un extremo como él: 42 partidos, 7 goles y 12 asistencias. Entonces, llegó el salto. Destino: Inglaterra. Lo contrató el Norwich City para que hiciera lo mismo que en la Cultural. Ganar partidos con su juego.

Algo de eso hizo. O mucho: en la temporada siguiente, en el increíble Championship, le dio vida al ascenso del Norwich. Participó en 25 goles en 41 partidos del equipo. Ocho propios, 17 asistencias. The Magician, decían los diarios locales. Sí, un mago para llevar a su equipo a la Premier League. Atrás había quedado el Leeds de Marcelo Bielsa.

Ahora, ya en la máxima categoría del fútbol inglés (esa Premier que para la mayoría de los analistas es la mejor Liga del mundo), también se luce en la prolijidad de sus pases y de sus asistencias. Incluso a pesar de un equipo que pelea por no descender. Dicen las estadísticas que en al menos uno de cada cuatro partidos ofrece un pase de gol.

Jugó en los seleccionados juveniles de España y de la Argentina. Su cotización por estos días no para de crecer. El Norwich lo compró en un millón y medio de euros. Su valor de mercado actual es de 18 millones. De algún modo, una demostración del valor relevante de los pases precisos.

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