Diario de León

El Olimpo de Gavela en Barcelona 92

El atleta de Fabero fue el último en cerrar la presencia española en los Juegos en una prueba en la que hasta el final optó por el diploma olímpico «Fue mi mayor experiencia como deportista», asegura

Gavela en el momento de llegar a la meta en el Estadio Olímpico. En la otra foto en el grupo perseguidor de los líderes. MIGUELEZ RUNNER’S /  USA ASSOCIATED PRESS

Gavela en el momento de llegar a la meta en el Estadio Olímpico. En la otra foto en el grupo perseguidor de los líderes. MIGUELEZ RUNNER’S / USA ASSOCIATED PRESS

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Nueve de agosto de 1992. Mataró. Tres y media de la tarde. A pleno sol y un leonés de Fabero en la línea de salida. La última prueba de los Juegos Olímpicos de Barcelona, como no podía ser de otra manera, la maratón. Y allí dispuesto Rodrigo Gavela.

Han pasado ya 30 años y el protagonista aún recuerda las sensaciones que le produjo el poder hacer realidad un sueño de niño, que a los 26 quedaba plasmado ante la élite Mundial. Y a punto estuvo de convertirse en medalla o en su caso diploma.

En la única cita olímpica que se ha disputado en suelo español, Gavela fue uno de los seis leoneses que pudieron competir en ‘casa’. El lo hacía el último en una prueba para que la que se había preparado de la mano de Antonio serrano y en la que como recuerda, «si no hubiera sido por el exceso de ambición que me llevó a ir al ataque en algunos momentos», algo propio de un deportista pero a que veces tiene esa cara negativa, tal vez lo recordaría con un lugar en el cuadro de honor. Al final fue el 18. Un resultado más que destacable aunque a él le produjo cierto «cabreo» que con el paso de los años se ha tornado en todo lo contrario, la satisfacción por haberlo intentado.

Para el atleta faberense al que una lesión apartó precisamente a principios de 1994 de la alta competición, «los Juegos fueron para mí la mayor experiencia deportiva. Por muchos motivos. Era muy joven (contaba con 26 años en una distancia a la que los atletas llegan en su mayor parte superada la treintena) y además se celebraba en mi país. Por si esto fuera poco era la prueba colofón de los Juegos y en una parte del trayecto además estaban mis paisanos animándome. No podía esperar más», precisa Rodrigo Gavela para el que la maratón de los Juegos de Barcelona le llegaba en un año en el que había logrado nada menos que apuntarse el título nacional y el iberoamericano en la distancia.

«Recuerdo que llegué a los Juegos con una mínima que había logrado por un segundo aunque también es cierto que sólo en España lo habíamos hecho tres atletas, los que finalmente acudimos a Barcelona, Diego, Montiel y yo. Luego había que refrendarlo en el Nacional acabando entre los tres primeros. Y en mi caso lo logré con el triunfo».

Rodrigo Gavela y la campeona olímpica rusa Valentina Yegorova en el homenaje que recibieron hace cinco años en Barcelona. DL

Rodrigo Gavela y la campeona olímpica rusa Valentina Yegorova en el homenaje que recibieron hace cinco años en Barcelona. DL

Respecto a su preparación Gavela agradece a Serrano su labor como entrenador. «Me preparé durante los dos meses anteriores en Palafrugell junto a Diego García. Allí la labor era la de adaptación en condiciones similares a las que nos íbamos a enfrentar en la maratón. Es decir, humedad y calor», apunta Gavela para el que a pesar de llegar con una marca que no estaba entre las mejores logró situarse en la zona noble de la carrera. «Para mí la carrera transcurrió de una manera casi perfecta hasta el kilómetro 40. Ahí tal vez pagué un error de ambición por calificarlo así. A mitad de carrera una caída en el avituallamiento partía el grupo delantero en dos y yo me quedé en el segundo. En ese momento Bordin, uno de los favoritos, pasó a acelerar el ritmo para dar caza a los de adelante. Nadie le quiso seguir salvo Diego y yo que hablamos para evitar que el tren se nos fuese. Bajando La Rambla apreté el ritmo haciendo unos mil metros a 2:50. Mi intención era acercarme al grupeto de cabeza pero tuve la mala suerte que ellos también fueron deprisa por lo que me quedé en tierra de nadie. Esperé a Bordin y Diego pero esa acción me iba a costar que luego aparecieran los calambres a falta de dos kilómetros. Tuve que pararme y con pundonor acabar andando lo que restaba salvo a la entrada del Estadio Olímpico que me puse a trotar. A pesar de todo eso logré cruzar la meta en la posición 18», precisa.

«Pude ser diploma pero al final no lo logré. En ese momento me cabreó pero ahora miro atrás y considero que a pesar de todo hice un buen papel. En unos Juegos de Barcelona que recordaré para siempre». Fue hace 30 años en una edición en la que la representación leonesa en el olimpo del deporte, junto al berciano de Fabero, Rodrigo Gavela, la completaron Margarita Ramos, Nieves Fernández, Cristina Fernández, Piluca Alonso y Mónica Pulgar.

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