La temporada de caza menor, en clave regular a un mes vista de su finalización

La temporada de caza menor va sumando semanas a su desarrollo hasta que el 23 de enero de 2022 baje el telón. Y lo hace con una valoración y sensaciones por debajo de lo esperado. Aprobado raspado y el deseo de que pueda mejorarse lo las semanas que aún restan por delante.

En el apartado referido a sus piezas estrella, en la perdiz, la situación aunque lejos de considerarse buena, sí parece en algunas zonas de la provincia algo mejor de lo que los primeros días podían apuntar. Algo que sin duda alguna lleva la esperanza a que esta pueda recuperarse para los próximos ejercicios tras unos años en los que la irregularidad y las carencias eran la tónica dominante. Bien es cierto que en alguna zona donde los campos de maíz adolecen de presencia la opción de cobrarse alguna perdiz es casi imposible, en otros escenarios se están dando jornadas con bandos más que destacables.

Tal vez esta sea una de las pocas notas positivas en este mes de temporada de caza menor ya que en lo referido a los otros dos ‘protagonistas, la liebre y el conejo, la situación parece que se encamina a unos meses complicados. Especialmente en la liebre donde diferentes enfermedades están pasándole factura dejando a su población bastante diezmada. Aunque ya se atisbaba que no iba a ser una temporada en positivo en este apartado lo cierto es que la situación parece más compleja y tal vez preocupante si se convierte en cotidiana para los próximos años.

Por lo que respecta al conejo aunque pueden verse algunos ejemplares lo cierto es que se esperaba bastante más para esta temporada. No es que se pueda decir que el panorama es igual de negativo que con la liebre aunque sí se puede considerar peor de lo que se tenía en mente, en especial por lo sucedido en los años anteriores. Ahora tica esperar a ver como se presenta el futuro, en este caso a corto y medio plazo.