Diario de León
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Rajoy dio una pincelada del panorama que debe afrontar su Gobierno y subrayó que cuando se conozcan las cifras oficiales de paro se podrá comprobar que a finales del 2011 había 5,4 millones de desempleados.

El presidente del Gobierno repasó las distintas iniciativas que propusieron en el programa electoral y que va a poner en marcha en los próximos. Entre otras, citó la ley de estabilidad presupuestaria, para que las administraciones sigan el ejemplo de los ciudadanos y se «aprieten el cinturón» y la reducción de organismos, entes y fundaciones públicas, que cifró en cerca de 400 entre todas las comunidades. También destacó la aprobación de la ley de ayuda a los emprendedores, que se aprobará antes del verano, o la inmediata reforma del sistema financiero, que pivotará sobre las bases de la transparencia, el saneamiento, el aumento de las fusiones y con un coste cero para el bolsillo de los ciudadanos. «No pueden costar dinero al contribuyente porque no lo tiene», explicó.

Pero la reforma más inmediata será, recordó, la laboral. En este sentido, tanto Rajoy como la ministra de Empleo, Fátima Báñez, que intervino minutos antes en el mismo auditorio, insistieron en que aún hay tiempo para el acuerdo y pidieron a los sindicatos y empresarios que asuman sus obligaciones y estén a la altura de las circunstancias. «He sido sincero con ellos, queremos que haya acuerdo, y si no lo hay, que cada uno que asuma su propia responsabilidad», afirmó el presidente. El Gobierno dio como último plazo este lunes para que los agentes sociales cierren un acuerdo sobre reforma laboral.

A su juicio, por sí sola no será la panacea para crear empleo, «pero hay que hacerla no porque la pidan algunos», en referencia a las exigencias de las agencias financieras, sino porque la legislación actual no es suficiente ni «buena». «Lo peor es no hacer nada» cuando es «absolutamente imprescindible», y mostró su deseo de que se alcance el mayor consenso posible porque «España es cosa de todos, de quien gana, de quien pierde y de quien no se presenta nunca».

El mensaje de tranquilidad que trató de insuflar Rajoy, que se produce al día siguiente de la rebaja de calificación de deuda adoptada por Standard & Poor’s, se dirigió también a Europa, donde el Ejecutivo tiene claro lo que hay que hacer al tratarse de un problema global. Así, según explicó, acudirá al próximo Consejo Europeo el 30 de enero con una apuesta «clara y contundente» por el euro y con una defensa encendida del control del déficit.

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