Diario de León

Vox polariza con el Gobierno el Congreso con una bronca por la masacre en EE UU

Olona convierte su despedida como diputada en un mitin político

Bolaños se dirige a la bancada de Vox en su intervención en el Congreso. EMILIO NARANJO

Bolaños se dirige a la bancada de Vox en su intervención en el Congreso. EMILIO NARANJO

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Aún quedan 24 días para las elecciones andaluzas, pero la presión por la siguiente cita en las urnas ya se deja sentir en el Congreso. Este miércoles, durante la sesión de control en la Cámara baja, Gobierno y Vox convirtieron el hemiciclo desde primera hora de la mañana en una antesala de la batalla política que se avecina.

Ya en la segunda pregunta del día —de carácter meramente económico y lanzada por el portavoz de la extrema derecha, Iván Espinosa de los Monteros— la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, lamentó que la formación de Santiago Abascal proponga «repartir armas el día que estamos llorando por una matanza de niños en Estados Unidos». Lo hizo menos de doce horas después de que fueran asesinados 19 niños y dos profesoras en una escuela de primaria en Texas.

La ministra de Asuntos Económicos no leyó su respuesta, a diferencia de otras ocasiones, aunque la impresión generalizada en la bancada de la derecha fue que el Gobierno tenía preparado ese argumento para lanzarlo sobre Vox a la primera de cambio. El propio Espinosa de los Monteros desmintió en Twitter que su partido hubiera propuesto este mismo miércoles legalizar las armas, todo pese a que su formación lleva coqueteando con esta cuestión desde hace varios años. En marzo de 2019, el propio Abascal propuso que las personas sin antecedentes pudieran «hacer uso de la fuerza proporcional para defender su hogar».

Días después, en una entrevista en la revista Armas.es, afirmó que «hace falta un cambio radical urgente en la ley, no solo para que los españoles sin antecedentes y en pleno uso de sus facultades mentales puedan disponer de un arma en su casa».

Tanto el presidente como otros ministros habían condenado la masacre en Texas antes de que se iniciara el pleno. El presidente incluso enlazó en su cuenta de Twitter el vídeo del discurso viral de enérgica condena del entrenador de la NBA Steve Kerr.

Lo que sí se demostró sin disimulos es que Vox mantiene la estrategia de confrontar directamente con Pedro Sánchez cada vez que se avecinan elecciones.

Ya sucedió en los comicios madrileños de hace un año o en los de Castilla y León que se celebraron en febrero. Ahora se repite la maniobra pero, en este caso, con Macarena Olona, una de las primeras espadas del partido, como candidata a ocupar el Palacio de San Telmo. La ya exdiputada de Vox se despidió este miércoles del Congreso con dos intervenciones que se asemejaron más a los mítines que se avecinan. En la primera, que estaba fijada en el orden del día con la pregunta «¿Sirve este Gobierno al interés nacional?», dirigida al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, Olona, ataviada con una camiseta del torero Morante de la Puebla (cercano a su partido), le acabó dando la vuelta a la cuestión. Acusó al Gobierno de urdir un complot para dejarla fuera de las elecciones andaluzas al intentar ilegalizar su empadronamiento en el municipio granadino de Salobreña, un hecho que finalmente ha sido avalado por la Junta Electoral pese a las dudas sobre si la candidata alguna vez había residido allí. «25 días para las elecciones en Andalucía y aquí me tiene, en pie, candidata a las elecciones de Andalucía y vecina de Salobreña», lanzó antes de proclamarse como «Macarena de Salobreña» y descalificar a Bolaños, como «el ministro perejil, que está en todas las salsas».

Montajes y trampas

El titular de Presidencia, por su parte, le acusó de engañar al no haber residido, aseguró, «jamás» en Salobreña. «Si el primer trámite para presentarse a las elecciones es una trampa, qué pueden esperarse los andaluces y los españoles de Vox y de la ultraderecha», lanzó a Olona. Bolaños rechazó lo que consideró una «sobreactuación, teatro, mentiras, sonrisa forzada e insulto», con unas intervenciones que ve «cada día más grotescas». En su segunda y última intervención —una interpelación al titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, sobre las «medidas que va adoptar el Gobierno para restablecer el prestigio de este ministerio»—, la candidata de Vox, vestida esta vez con una camiseta de Piolín en alusión al mote de los policías que fueron enviados a Cataluña en octubre de 2017, usó su tiempo para cargar contra el Gobierno y finalizar con varios «vivas» a España.

El PP quedó a lo largo de la sesión en un segundo plano, con su secretaria general y portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, sin intervenir ante la ausencia del presidente del Gobierno, de viaje a Davos, en el hemiciclo. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en clave electoral, reclamó al partido liderado por Feijóo que se comprometa a no pactar en el Gobierno andaluz con una formación de ultraderecha que mantiene «discurso guerracivilista».

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