Diario de León

Entrevista a Pedro Baños

Un guerrero desentraña a Maquiavelo

Pedro Baños conjuga su análisis de la guerra desatada por Rusia en Ucrania con la presentación de su último libro: El poder. Un estratega lee a Maquiavelo, en el que el militar analiza la obra cumbre del escritor florentino con los ojos y la realidad de un ciudadano del siglo XXI. Publicado por la editorial Rosamerón, se presentó en León esta semana en el salón de actos del Ayuntamiento. 

El coronel del Ejército y experto en Geoestrategia, Pedro Baños. DL

León

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El poder. Un estratega lee a Maquiavelo toma algunos de los mejores pensamientos y recomendaciones del escritor —a César Borgia— para explicar que la filosofía política de Maquiavelo sigue totalmente vigente a pesar de los más de cinco siglos que han pasado desde que lo escribió.

Destaca Pedro Baños que la sociedad democrática debería tener unos valores que escasean. «Maquiavelo tiene esa parte de la astucia, del disimulo, que entiende que a veces es necesario porque la política es muy compleja y en ocasiones el príncipe tiene que hacer cosas que no le gustan y que van contra sus principios pero por razones de utilidad tiene que poner en práctica». Pedro Baños explica en cambio que una de las facetas más interesantes de la obra es la que nos habla de la prudencia, de los valores que un príncipe debe tener para dirigir a un país. Subraya que he intentado recuperar esa faceta, sobre todo en el momento actual. «Cuando hablamos con las personas, todo el mundo se da cuenta de que nos tienen adormecidos y de que los líderes nos han acostumbrado a tragar con todo . Somos tragacionistas», dice con humor y al tiempo incide en el hecho de que Maquiavelo insiste en las necesidades que debe satisfacer un príncipe, un gobernante. Insiste que no debe ir nunca contra la historia, la cultura y la idiosincrasia de su pueblo porque, de lo contrario, este se rebelará antes o después. Manifiesta asimismo que el abuso que estamos viendo en los países democráticos puede terminar en un estallido de rebelión. «El caso de Boris Johnson es un ejemplo paradigmático. Un país que presume de expandir la democracia y resulta que su primer ministro se permite un abuso absoluto y descarado de poder que trata de justificar con falacias y con mentiras», lamenta.

 

Imagen de Maquiavelo, autor de El Príncipe. DL

Uno de los temas que Pedro Baños analiza en el libro está de plena actualidad debido a la guerra . Se trata de los mercenarios rusos. «Maquiavelo ya decía que no abusemos de los mercenarios extranjeros porque se pueden volver contra el que les paga para servir al mejor postor». El militar destaca que el escritor florentino conocía en profundidad las simas y los abismos del alma humana porque tuvo que atravesar todo tipo de visicitudes. «Lo mismo estuvo en la cúspide y cayó dos veces en desgracia. Fue torturado y encarcelado. Sabía muy bien lo que era estar en la gloria y, de repente, no tener absolutamente nada. De hecho, murió sin cargos ni honores, prácticamente arruinado», desvela.

Pedro Baños ha escudriñado la obra de Maquiavelo con los comentarios realizados por Napoleón. Tal vez por eso se refiere a las advertencias que el escritor realiza sobre ayudar al Príncipe. Y es que, el pensador alerta del peligro de que, a continuación, el gobernante le convierta en el peor de sus enemigos: «Cabe la posibilidad de que aúpe a otro al poder o lo intente él mismo. Aquí tenemos el caso de alguien que estaba dispuesto a tirarse por un barranco por su jefe y que al final se despeñó», comenta en referencia a Iván Redondo.

 

Iván Redondo.

El ex consejero áulico de Pedro Sánchez, Iván Redondo. EFE

El pensador alerta del peligro de que, a continuación, el gobernante le convierta en el peor de sus enemigos: «Cabe la posibilidad de que aúpe a otro al poder o lo intente él mismo. Aquí tenemos el caso de alguien que estaba dispuesto a tirarse por un barranco por su jefe y que al final se despeñó», comenta en referencia a Iván Redondo.

 

Por otro lado, recuerda que no todas las personas ni todos los pueblos necesitan el mismo perfil de líder, si bien considera que la mayoría necesita a alguien que les guíe porque si alguien lo hace, su vida se vuelve más cómoda. Y es que, en su opinión, no todo el mundo está capacitado ni quiere tomar decisiones de manera continua. «Y no disfruta haciéndolo. Por eso, en ocasiones, siempre y cuando exista justicia, que no haya arbitrariedad, un sistema autoritario puede convertirse para muchas personas en agradable», defiende. Pedro Baños destaca que esa es una de las razones por las que Maquiavelo defiende que lo malo debe ejercerse de una sola vez, porque si lo provocas de manera constante puedes provocar una rebelión. «Si una vez que has hecho el mal, enganchas a la gente a través de dádivas permanentes o recurrentes, lo tendrás más fácil», y pone como ejemplo lo que hacían países de la órbita soviética, que tenían a una gran masa de la población viviendo del Estado. Desvela también que hoy en día en Bielorrusia, la mayoría vive del Estado porque es la manera de tenerles subordinados al poder, una práctica cada vez más común en los países democráticos, donde intentan dar todo tipo de becas y subvenciones para que «te muestres acomodaticio a ese poder». «Eso va en contra del espíritu más libre que no todos los países aceptan. Lo vemos en el incremento del número de funcionarios y de personas que de una u otra manera viven del Estado», recalca.

Impuestos

Maquiavelo cree que el súbdito debe ser respetado en su Hacienda y en su honra y que ningún gobernante debe ser depredador de los súbditos ni, tampoco, abusar de las mujeres, hábito común en la Edad Media a través del derecho de pernada. Maquiavelo considera a las personas no tanto ya como súbditos sino como ciudadanos, por lo que defiende que han de ser dirigidos con la mayor honradez posible. Y, en este sentido, se refiere a los impuestos. «Las democracias no están dispuestas a dejar de dilapidar dinero público, lo que significa que para mantener ese gigantesco gasto social, que se debe más a cuestiones ideológicas que prácticas, sólo tiene dos posibilidades: incrementar la deuda y subir los impuestos». Baños explica que la primera de ambas lo que en realidad hace el gobernante es poner una mochila en la espalda a las generaciones venideras, de la que cuesta mucho trabajo desprenderse. «John Adams, el segundo presidente de los Estados Unidos, decía que hay dos formas de subyugar al país: una es la espada y otra, la deuda», recuerda al tiempo que constata que pasa lo mismo con los impuestos. «Hay que buscar fórmulas mucho más imaginativas y de eso también nos habla Maquiavelo. Porque no hay que olvidar que es el pueblo el que sostiene al sistema». El estratega explica que en algunos países de la Europa del Este los ciudadanos pagan impuestos muy bajos y son, precisamente, los que prosperan «En otros, los impuestos llegan a niveles tan altos que desmotivan a las personas para que no trabajen», contrapone.

 

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ayer en el Congreso. ZIPI

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ayer en el Congreso. ZIPI

El estratega explica que en algunos países de la Europa del Este los ciudadanos pagan impuestos muy bajos y son, precisamente, los que prosperan «En otros, los impuestos llegan a niveles tan altos que desmotivan a las personas para que no trabajen», contrapone.

Maquiavelo nos habla de los ciclos de la historia, de como una monarquía que abusa de los súbditos se convierte en tiranía, de cómo la aristocracia torna hacia una oligarquía que depreda el país manteniendo a la mayoría en la indigencia. «Y todo eso, en un mundo en el que la polarización de la sociedad hace que haya una elite, una clase media en retroceso y una enorme clase baja. Lo vemos en el modelo de negocio», lamenta Pedro Baños, que pone el acento en que el mundo está a punto de dividirse entre el lujo más absoluto y el low cost. Por ello, advierte de que la democracia también se puede convertir en anarquía o en tiranía. «Ahora estamos en un sistema cercano a la democracia autoritaria. Pensemos lo que está pasando en Canadá, que ha declarado el estado de emergencia. Si sus decisiones las tomaran Rusia o China pondríamos el grito en el cielo», dice.

Baños explica que la anarquía puede surgir si la democracia no es capaz de establecer un orden justo. «Estamos viendo una justicia laxa que la mayoría de la población no entiende. Es el caso de las ocupaciones de viviendas o personas que han cometido auténticas barbaridades y están en la calle. Eso que nos escandaliza puede llevar a un país a la anarquía. El riesgo que corren las democracia liberales occidentales es la posibilidad de volver a un sistema autoritario».

La leyenda negra de España

Defiende Pedro Baños que El Príncipe está inspirado en Cesar Borgia, si bien Maquiavelo era un gran admirador de Fernando de Aragón, a quien consideraba un modelo. «Cuando nosotros aquí defendemos esta leyenda negra de España, olvidamos que las medidas que en aquel momento toman Fernando de Aragón e Isabel de Castilla son tremendamente progresistas. Hay que recordar que concedían la ciudadanía a los habitantes del nuevo mundo y permitían los matrimonios mixtos. Eso nunca se lo planteó el mundo anglosajón. El apartheid en Estados Unidos duró hasta los años 60 y el genocidio de tribus indias es de sobra conocido. Por contra, las culturas precolombinas han pervivido hasta nuestros días». Por ello, para Maquiavelo, los reyes Católicos son un modelo de modernidad y respeto al súbdito.

El ocio, el tiempo de descanso de los súbditos, también fue analizado por el ingenio de Maquiavelo y esta es una de las realidades que más brecha alcanza con la situación presente. Y es que, en opinión del autor de El dominio menta, el riesgo que corremos con la tecnología que nos inunda es perder la moral. «Los desarrollos tecnológicos van por delante de la ética y eso se puede aprovechar por parte del poder en contra nuestra», destaca. Pone el acento en el metaverso y advierte de la cantidad de empresas que ya invierten en este mundo virtual. «Si no lo controlamos puede darse el caso de que nos pongamos las gafas y no necesitemos ni salir de la cama para vivir. Puedes hacer ya toda tu vida en el metaverso », alerta.

 

El metaverso es un mundo virtual que Mark Zuckerberg idea para generar negocio. META HANDOUT

El metaverso es un mundo virtual que Mark Zuckerberg idea para generar negocio. META HANDOUT

Pone el acento en el metaverso y advierte de la cantidad de empresas que ya invierten en este mundo virtual. «Si no lo controlamos puede darse el caso de que nos pongamos las gafas y no necesitemos ni salir de la cama para vivir. Puedes hacer ya toda tu vida en el metaverso», alerta.

Para Pedro Baños, una vez más, si analizamos las recomendaciones del escritor de Florencia nos daremos cuenta de que ya hay personas que tratan de sacar todo el beneficio de nuestra vida virtual mientras que «el resto estaremos en Babia, como decimos los de León». «¿Cómo engañar a las poblaciones para obligarlas a pagar por algo que no existe», se pregunta. La abdicación de nuestra responsabilidad es un grave riesgo que el hombre actual corre si no hace uso de su propia libertad. «Maquiavelo dice que al pueblo hay que darle entretenimiento. El problema es cuando ese entretenimiento se convierte en una distracción que no te mejora como persona», explica. El militar añade que llegamos a un mundo en el que el negocio no va a existir y todo va a ser ocio, «una distracción banal, estéril en la que te puedes pasar toda tu vida». «Iremos a trabajar, al mercado, a todo en el metaverso, con todas las implicaciones políticas que eso entrada».

Incide en el hecho de que no controlaremos los mensajes que nos quieran trasladar. De hecho, recuerda cómo las redes sociales son tremendamente manipuladoras. «Twitter, por ejemplo, cerró la cuenta de Donald Trump mientras mantenía abiertas las de los talibanes. «Imagínate si esos algoritmos los trasladamos al metaverso. Tendrá que haber policía y jueces porque ya han empezado a decir que ha habido agresiones ¿Quien la pondrá? ¿Cada país? ¿Cada metaverso? Es un mundo tremendamente complicado»

Humanidad y subhumanidad

Otra de las preocupaciones de Maquiavelo es la polarización de la sociedad. «Crece el número de milmillonarios mientras la población está cada vez más empobrecida. No vamos a significar nada frente a las grandes empresas», dice.

Pedro Baños se refiere a una de las disyuntivas éticas más importantes de nuestra era: la eutanasia y considera que, al final, serán los más pobres los que la sufrirán: Al final, los ricos tendrán acceso a medicinas que hoy aún no existen, como los nanomedicamentos , a los que solo podrá acceder una elite, la incorporación de capacidades de otras especies, de modificaciones del ADN, etc».

 

Sistema inmunológico y COVID-19: Científicos revelan esta respuesta

La ciencia creará diferentes grupos humanos. EFE

"Al final, los ricos tendrán acceso a medicinas que hoy aún no existen, como los nanomedicamentos, a los que solo podrá acceder una elite, la incorporación de capacidades de otras especies, de modificaciones del ADN, etc».

Defiende Pedro Baños que Maquiavelo lo vería de manera preocupante porque los príncipes de la actualidad no coinciden con el líder del que él hablaba. «Lo que él trata de transmitir es la manera con la que el príncipe debe preocuparse del pueblo y como ganarse los corazones y las mentes en sentido positivo, no como manipulación. Además, apunta a que el pueblo necesita tener válvulas de escape para que la situación no estalle. «Nos infantilizan y nos adormecen para que no seamos críticos con lo que pasa y si tienes una mirada alternativa te tachan de negacionista, como poco», lamenta antes de constatar que Descartes ya no está bien mirado. «Aquí no se puede dudar, ya no nos regimos por el principio de sabiduría. No se le da visibilidad a las voces discordantes o se les ridiculiza frente a la versión oficial».

Sin embargo, el estratega alerta de que el poder se sirve hoy de la mayoría para mandar al ostracismo al disidente y hay temor a hablar para que no acaben contigo socialmente. «Son los autoritarismos democráticos. Por eso, entre la gente joven hay un gran descreimiento de la democracia porque creen que no está cumpliendo con sus anhelos e intereses», denuncia. Asimismo, incide en que la ciudadanía se ha acostumbrado a sufrir escándalo tras escándalo. «Y eso es terrible. Sabemos que nos mienten y que lo hacen constantemente cuando, un líder siempre debe entender la democracia como el respeto máximo hacia su pueblo.

«En realidad, no hemos cambiado. Todo trata de la hacienda y la honra. Ahora, y en el siglo XVI», dice y defiende que el poder real debe estar basado en la ética, la estética y épica:» honradez, transparencia y vocación de servicio. Hay políticos así, pero la mayoría dan un espectáculo terrible».

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