Diario de León

Cerrar el círculo del agua

Las bodegas cierran el grifo

UN USO RAZONABLE. La optimización del uso del agua y el control inteligente de su consumo es el objetivo que el cluster agroalimentario de Castilla y León Vitartis se ha marcado en su proyecto Bodegas 4.0. Depuración y reutilización son las bases del sistema, con biodiscos, nanomembranas e inteligencia artificial. Lo fondos europeos lo financian

Rodaje de un documental sobre el mastín leonés. RAMIRO

Rodaje de un documental sobre el mastín leonés. RAMIRO

León

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Utilizar el agua racionalmente no sólo por razones ecológicas, sino también de producción y adaptación al cambio climático. Y adecuación de las tecnologías más innovadoras para depurar, reutilizar y hacer análisis predictivos tanto en los cultivos como en los propios procesos de elaboración de las bodegas. Son sólo algunos de los objetivos que se ha marcado el proyecto Bodegas 4.0, que arranca ahora en la asociación de la industria agroalimentaria de Castilla y León, Vitartis , que pretende exportar los resultados de esta investigación a las centenares de empresas de producción de vino de la Comunidad. 

El agua es un bien cada vez más escaso, y a la vez el aumento de la temperatura y las sequías cada vez más persistentes están marcando de forma importante la producción de vino, una de las principales industrias de la provincia y la Comunidad. El uso adecuado del agua se ha convertido en un objetivo fundamental de la sociedad y de las industrias agrarias, y en el ámbito vinícola requiere un mayor ajuste porque las exigencias del mercado cada vez son mayores en la calidad de los caldos, y ajustar los tiempos de maduración y vendimia cada vez más difícil para los productores. Consumir menos agua a la vez que se mejoran los rendimientos de la cosecha es un objetivo en el que el sector lleva años volcado, y un proceso que implica también a los sistemas de elaboración, intensivos en consumo de este elemento cada vez más escaso.

Herramientas digitales como internet de las cosas o gestión inteligente permiten desarrollar nuevas tecnologías

Para dar respuesta a este reto en el sector del vino la Vitartis se ha sumado al proyecto Bodegas 4.0, que utiliza sistemas de digitalización de los procesos y consumos, además de desarrollar métodos predictivos para una mejor gestión del consumo de agua.

En el proyecto participa también el clÚster para el uso eficiente del agua, Zinnae, junto con dos empresas que desarrollan la tecnología (Velaber Consulting y Acai Depuración). Y las bodegas Grupo Yllera, que es socio de Vitartis, y Bodegas Aragonesas.

El proyecto está financiado por los fondos Next Generation de la UE. ANA F. BARREDO

El proyecto está financiado por los fondos Next Generation de la UE. ANA F. BARREDO

El proyecto que ahora se pone en marcha para trasladar sus resultados al conjunto del sector pretende, según explican desde Vitartis, «realizar un estudio pormenorizado del uso de la tecnología en las bodegas, lo que permitirá evaluar el impacto de las nuevas tecnologías en los costes tanto de operación como de mantenimiento de las empresas».

Las empresas implicadas en la iniciativa comparten desarrollos para implementar tecnologías y herramientas digitales que se centran en el internet de las cosas y la gestión inteligente de los procesos, de forma que se pueda caracterizar cómo utilizan el agua las bodegas dedicadas a la producción de vino.

Además trabajan con herramientas Lean, es decir el método innovador que busca optimizar los procesos de gestión y productivos de la empresa, de forma que se utilizan menos recursos, por lo que cualquier proceso se convierte en más eficiente. Su máxima está en reducir la inversión, el tiempo y el esfuerzo.

La depuración y reutilización del agua se realiza a través de tecnologías como los biodiscos, las nanomembranas o los sistemas de sensórica y control

Por otro lado, el proyecto busca recabar datos sobre la utilización del agua a través del tratamiento masivo de datos que aporta la sensórica.

«El objetivo final es, apuntan desde Vitartis, abordar el proceso de depuración y reutilización de agua a través de una combinación de tecnologías innovadoras». Que van desde los biodiscos, las nanomembranas y los sistemas de sensórica y control. «Todo tiene como destino final el aplicar los desarrollos en el conjunto de las empresas del sector vinícola en la autonomía».

Las nuevas herramientas

Al final el objetivo del proyecto que desarrolla la Asociación de la Industria Alimentaria de Castilla y León se enmarca en las políticas de mejora y eficiencia de la producción vinícola que se están desarrollando en los últimos años. En lo que se refiere al uso racional del agua, y su reutilización, los motivos van más allá de la perspectiva de cuidado de los recursos finitos.

Las explotaciones vinícolas viven acuciadas por un cambio climático que hace que las mejores condiciones para el cultivo se den hoy en zonas altas que antes no eran propicias. Pero eso cambia completamente el mapa de producción actual, que implica a miles de productores (agrícolas y vinícolas) y que no resulta asumible por la actual estructura del sector.

Lo cierto es que es evidente un incremento de las temperaturas y un aumento de las épocas de sequía, que implican continuos retos para el sector. Se suman heladas muy graves (de las que aún hace poco se recuperan los cultivos vinícolas del sur de León) y cambios de temperatura y humedad que se están traduciendo en menores rendimientos de las cosechas, y menor control de la calidad de los productos finales.

En toda esta situación juega un papel fundamental el control del agua, tanto de su gasto como de su administración. Las nuevas tecnologías permiten consumir menos agua y hacerlo además de forma más adecuada para cada estadio de la cosecha. Es decir, consumir menos y aumentar la calidad de las uvas y los rendimientos de las cosechas.

Uno de los avances que está teniendo mayor desarrollo es la nanotecnología, que en el caso del agua permite modificar las propiedades de sus moléculas, de forma que se asimilen mejor por los cultivos. Eso unido a los nuevos sistemas de riego y fertirrigación hace que el consumo de agua se reduzca hasta en un 50%, mientras que se controla la evolución de los viñedos y se puede controlar en mayor medida la cantidad y calidad de las cosechas.

El uso eficiente del agua es una parte clave de la sostenibilidad de los sistemas de cultivo y producción de las bodegas, y esa es no sólo una responsabilidad de las empresas sino también una de sus principales herramientas de marketing frente a los consumidores actuales.

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