Diario de León

TECNOLOGÍA

Uva del Bierzo para el vino azul

Un grupo de jóvenes innovadores crea un caldo con la vides de una bodega leonesa. Es el nuevo vino. Ni tinto, ni blanco ni rosado. Directamente azul. Lo han creado con uvas del Bierzo cuatro jóvenes innovadores. Se llama Gïk-Blue. Dicen que es para todos los gustos

Gïk-Blue, el vino azul apto para todos los paladares creado con uva del Bierzo por cuatro jóvenes innovadores. Gorka, Aritz, Imanol y Taig brindan con su vino.

Gïk-Blue, el vino azul apto para todos los paladares creado con uva del Bierzo por cuatro jóvenes innovadores. Gorka, Aritz, Imanol y Taig brindan con su vino.

Publicado por
SUSANA VERGARA PEDREIRA | LEÓN
León

Creado:

Actualizado:

Es azul. Ni tinto ni blanco. Del color del cielo. Y es vino. Lo han creado un grupo de jóvenes innovadores vinculados a la Univesidad del País Vasco y a una potente empresa de innovación, Azti Tecnalia. Llevan dos años investigando la fórmula para hacer una bebida que se identifique con su generación, que no esté sometida a normas ni convencionalismos. Les ha costado trabajo encontrar una bodega que apostara por su idea. En el Bierzo lo hicieron. Ha pasado varias catas y, dicen sus creadores, ha gustado el sabor dulce y suave de este vino azul que de llama Gïk-Blue y que sólo se comercializa on line. «No se adapta al gusto de expertos catadores ni entendidos sino al de la mayoría de las personas», explican. Acaban de viajar al Bierzo para comprobar el proceso de producción, que abarca la pigmentación de la uva y la variación del sabor. Es pura innovación en la copa.

 

Es vino azul. Hecho con uvas del Bierzo. Lo han creado cuatro jovencísimos innovadores vinculados a la Universidad del País Vasco y a Azti Tecnalia, la división de tecnología alimentaria de este grupo de empresas de innovación que trabajan en colaboración directa con el Gobierno vasco.

Tal vez su juventud les llevó a investigar una bebida que partiendo del vino no estuviera sujeta a tantas convenciones sociales y representara más a su generación. Así es como Aritz, Taig, Imanol y Gorka se lanzaron a crear este vino que ha abandonado su color tradicional y también su sabor.

«Sobre el vino todo está pautado», dice Aritz López. «Las normas dicen cuándo, dónde, cómo y con qué comidas beberlos. Gïk no tienen reglas, se bebe cuando uno quiere, cuando le apetece. Sin más», añade.

Gïk-Blue es el resultado de dos años de investigación con el departamento de I+D de la UPV y de un proceso de maduración innovadora. De ahí el color índigo.

«Representa el infinito, el lugar hasta donde puede llegar la imaginación. Y también de la teoría económica que habla de océanos rojos y azules, prácticas económicas donde están los tiburones y todo se basa en la supremacía de unos sobre otros, en la destrucción del competidor, del que hay que deshacerse, de una competitividad voraz frente a una nueva corriente económica que habla de la colaboración, del crecimiento conjunto», explican estos jóvenes.

En ese océano azul han buceado durante sus años de estudio y es la base de este experimento comercial que ellos defienden no como «un vino azul, sino como la representación de lo que más nos mueve: la rebeldía creadora».

Acaban de viajar hasta León para ver in situ la producción en una bodega del Bierzo. Ha experimentado con varios tipos de uva hasta llegar a los viñedos leoneses. Aquí han encontrado el apoyo de empresarios innovadores que han decidido producir para ellos el nuevo caldo.

«Nos ha costado encontrar bodegas que escucharan nuestra propuesta. Es normal, el mundo del vino es muy tradicional, muy pegado a una forma de entender el proceso que está profundamente arraigado. Nosotros venimos rompiendo moldes y esto siempre cuesta. En el Bierzo han sido receptivos a nuestra propuesta, por eso estamos aquí produciendo el vino azul», cuenta Aritz López.

Fieles a su filosofía de vida y a estos nuevos tiempos, los jovencísimos creadores de Gïk, que apenas rozan los 20 años, no tienen ni oficina fija pero están conectados las 24 horas del día a través de sus teléfonos móviles, Internet, sus buzones de coreo electrónico y las redes sociales. Así es su oficina, real y virtual a la vez.

En su visita a León han comprobado cómo se realizar el proceso de pigmentación de la uva y su modificación del sabor. Porque no sólo no es rojo, también es más dulce, más suave.

«Apto para cualquier paladar», dicen ellos. «No hay que ser un entendido», añaden.

«No se adapta al gusto de expertos catadores ni entendidos sino al de la mayoría de las personas», explican. «Es dulce, fácil de beber y con un sabor accesible para todo el mundo», describen. Las cajas se rotulan a mano, una a una. Es parte de su filosofía de trabajo.

De momento, el vino azul lo comercializan en exclusiva a través de su página web www.gik.blue. Y piensan en cambiar el hábito de consumo de otros productos.

«Queremos innovar y crear cosas nuevas», asegura Taig.

Todo es posible. De momento, innovación en la copa.

 

tracking