Diario de León

Las mafias acechan a los refugiados en su huida

El flujo de desplazados y el caos son el caldo de cultivo perfecto para quienes trafican con personas

La invasión de Ucrania ha provocado ya que huyan de su país más de dos millones de personas. RODRIGO JIMÉNEZ

La invasión de Ucrania ha provocado ya que huyan de su país más de dos millones de personas. RODRIGO JIMÉNEZ

Publicado por
Zigor Aldama
León

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Solo mujeres, niños y hombres mayores de 60 años. Ucrania retiene a los varones para que defiendan al país de la invasión rusa . Por eso es muy difícil encontrar alguno en edad de empuñar un fusil entre los miles de ucranianos que cruzan a diario la frontera con Polonia a través del paso de Medyka. Tural es uno de ellos. "Tengo nacionalidad de Azerbaiyán", explica aliviado. Ha llegado desde Kiev con su mujer ucraniana y sus dos hijos. El que Tural lleva en brazos apenas tiene unos meses de vida. "Nos gustaría ir a España, pero aún no sabemos si será posible. A pesar de todo, nos sentimos seguros porque vamos en familia. La mayor parte de la gente ha tenido que dejar a hijos, padres y esposos en Ucrania", lamenta.

Precisamente eso hace que entrar en la Unión Europea no suponga dejar atrás todo riesgo. "Todavía se está poniendo en marcha el sistema de acogida para los refugiados. El caos y el vacío en la supervisión son el caldo de cultivo perfecto para las mafias que trafican con personas, porque esta crisis es particular: es un éxodo de niños, niñas y madres", cuenta Francesco Cecon, especialista en protección de la infancia de Save The Children.

Europa se ha volcado con los refugiados. Miles de personas de todos los países del continente han viajado a zonas fronterizas con material de todo tipo y la intención de facilitar el viaje de los ucranianos.

Desde España se han puesto en marcha multitud de iniciativas que reflejan la solidaridad de la población, y en la frontera hay gente de todas las nacionalidades ofreciendo transporte gratuito. "Pero cabe la posibilidad de que entre esa gente bienintencionada se cuelen otros. Y nos preocupa que los traficantes aprovechen la situación", explica el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados ( Acnur ), Chris Melzer.

"El principal peligro está en los transportes. Los refugiados no saben cómo moverse y eso los hace vulnerables"

No solo pueden actuar camuflados tras la sonrisa de quienes ofrecen servicios gratis. Cecon también subraya el riesgo que entrañan las multitudes y los despistes lógicos tras días de tensión y cansancio.

Momentos críticos

"Afortunadamente, no hay muchos niños que viajen solos, pero se pueden dar momentos críticos en los que queden separados de sus familiares. Hay que analizar dónde y prestarles especial atención a ellos", señala.

En Medyka y en la cercana estación de tren de Przemysl abundan ejemplos: madres que buscan aterradas a sus hijos tras haberlos perdido de vista cuando pedían información a voluntarios, y niños que quedan a la espera de sus familiares en unos minutos de peligro. Aunque sea para ir al baño.

James Elder, portavoz de Unicef , comparte la preocupación por la trata, pero incide en que el trauma psicológico no va a ser un reto menor: "Ya ha llegado un millón de niños, de los cuales 700.000 están en Polonia. Hay que trabajar con los gobiernos para registrarlos y protegerlos, pero también para cuidar de su salud mental, porque han vivido situaciones horrorosas".

Cecon suma otra necesidad más: "No sabemos cuánto va a durar la guerra, y la crisis humanitaria siempre se alargará más. Por eso, es indispensable que los niños continúen escolarizados".

Amenaza mundial

No obstante, todos los expertos entrevistados por este periódico coinciden en que son las adolescentes y las mujeres jóvenes las que corren más peligro. Como Olena, de 17 años y procedente de una localidad cercana a la capital ucraniana, Kiev. Rubia, esbelta y con ojos azules claros, encaja perfectamente en el canon de belleza europeo y sería de gran valor para las redes de explotación sexual. Pero no está especialmente preocupada por las mafias. "Creo que la gente es buena, nos está ayudando mucho", dice en inglés.

Los niños y las mujeres son los más vulnerables. RODRIGO JIMÉNEZ

Los niños y las mujeres son los más vulnerables. RODRIGO JIMÉNEZ

Esa confianza, lógica tras escapar de las bombas y recibir todo tipo de atenciones, puede ser contraproducente. "No podemos pensar que, como esto es Europa, aquí no hay mafias como las de otros lugares menos desarrollados. Traficantes hay en todo el mundo. Lo hemos visto con los migrantes que llegan a España o Italia desde África, y con lo que sucedió también en los Balcanes", analiza Cecon.

Por eso, es clave ofrecer a las mujeres un sustento durante el tiempo que estén fuera de Ucrania. "Es necesaria una perspectiva de género para esta crisis. Hace falta protección contra la explotación sexual, higiene y salud femenina, apoyo psicosocial por la separación familiar, maternidad, y también una forma para que las mujeres se ganen la vida", apostilla.

En la frontera, ya hay oenegés que están trabajando en esa dirección: algunas ofrecen ayuda específica para las mujeres que llegan, otras se centran en los niños. Todas hacen hincapié en la necesidad de superar la tendencia a dar golosinas.

"Las necesidades de los refugiados van a ir cambiando cuando acabe la fase de emergencia y se van a alargar mucho en el tiempo. Por eso, hay que tener a gente bien formada cuidando de ellos", remarca Elder. Lo que todos temen es que la crisis humanitaria se cronifique. "Dependerá de cuánto se alargue la guerra y de cómo acabe el país tras ella", concluye Cecon. Entre los refugiados, la esperanza es una: "Que esto acabe rápido y que nuestra familia siga viva después".

Un refugiado ucraniano toca el piano en la localidad polaca de Medyka. RODRIGO JIMÉNEZ

Un refugiado ucraniano toca el piano en la localidad polaca de Medyka. RODRIGO JIMÉNEZ

 

"El principal problema es, y va a ser, el alojamiento"

"Que la gente en Europa se haya movilizado para echar una mano es magnífico, pero hay que hacerlo correctamente", indica Francesco Cecon, de Save The Children . Quizá montar en una furgoneta con material y viajar hasta la frontera en busca de refugiados no sea la mejor fórmula. "Es mejor apoyar a las organizaciones que están sobre el terreno y conocen cuáles son las necesidades en cada momento. La gente cree que hacen falta alimentos y mantas, pero no es el caso", subraya el portavoz de Acnur, Chris Melzer. Todos inciden en que las necesidades materiales están cubiertas, así como las sanitarias. "El principal problema es, y va a ser, el alojamiento", explica Melzer. Por eso, multitud de familias polacas han preparado habitaciones que ponen a disposición de las Autoridades para alojar a refugiados. "La clave es evitar que nuestra presencia no sea contraproducente", señala Cecon, en referencia a los europeos que llegan hasta la frontera.

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