Diario de León

La muerte de Isabel II abre una era incierta para la corona británica

Inglaterra inicia una nueva etapa en la monarquía constitucional con el reinado de Carlos III

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La reina  Isabel   II  de Inglaterra ha fallecido a los 96 años, lo que pone fin a un reinado sin precedentes de más de 70 años y supone el ascenso al trono de su primogénito, el príncipe Carlos, de 73 años de edad, informa el Palacio de Buckingham. El estado de salud de la monarca había empeorado en estos últimos meses, marcados por los problemas de movilidad las reiteradas ausencias en actos especialmente simbólicos. Esta misma semana, recibió a la nueva primera ministra, Liz Truss, en la residencia de Balmoral (Escocia), en lugar de en el Palacio de Buckingham como era tradición.

Ya el miércoles anuló su agenda y este jueves la Casa Real confirmó que su estado de salud había empeorado . Sus familiares cercanos, entre ellos el heredero, se han desplazado hasta Balmoral para acompañar a la reina en sus últimos momentos. La reina llegó al trono en febrero de 1952, tras el fallecimiento de su padre, Jorge VI, que había asumido la corona por la abdicación de su hermano. En todo este tiempo, nunca había dado muestras de seguir la estela de otros monarcas europeos y abdicar en favor de su hijo.

Isabel   II  estuvo casada durante 73 años con el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, fallecido en abril de 2021. El matrimonio tenía cuatro hijos, ocho nietos y doce bisnietos.

La última imagen de la monarca, esta semana en su recepción con Liz Truss. ANDREW MILLIGAN

La última imagen de la monarca, esta semana en su recepción con Liz Truss. ANDREW MILLIGAN

Entra en los libros de historia como una de las más grandes monarcas británicas, admirada y respetada por los ciudadanos, a los que ha servido con una dedicación reconocida en todo el mundo. Isabel Alejandra María, soberana del Reino Unido y de varios países de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth antiguas colonias), ha sido la monarca más longeva de la historia de la monarquía británica.

Para los británicos Isabel II ha sido símbolo del tesón, profesional como pocos y con una idea bien clara de neutralidad y de "quien no gobierna". Con su inseparable bolso en el brazo y sus trajes de colores, para que todo el mundo la pudiera ver, Isabel II se convirtió al final de su reinado en icono británico, testigo de la transformación del Reino Unido y ella misma historia viviente. 

Un giro en su vida

Nacida el 21 de abril de 1926 en Londres, Isabel fue la hija mayor del rey Jorge VI y la reina Isabel, educada por tutores entre paredes palaciegas y sin que su llegada al mundo estuviera marcada para regir los destinos del Reino Unido. Por entonces, Isabel era tercera en la línea de sucesión al trono, después de su tío, el rey Eduardo VIII, y su padre, pero su futuro dio un giro inesperado con 10 años de edad, al abdicar su tío para casarse con la divorciada estadounidense Wallis Simpson.

En diciembre de 1936, Isabel se convirtió en heredera al trono al asumir su padre, el príncipe Alberto, el reinado como Jorge VI. Antes de estos cambios, que pusieron a prueba la supervivencia de la monarquía británica, Isabel había tenido una infancia feliz, jugaba con otras niñas de su edad en casa gracias a un grupo creado especialmente para ella, pues su paso por la escuela estaba descartado por aquella época.

Su familia la llamaba Lilibet y desde pequeña era amante de los perros y los caballos y estaba muy unida a su hermana, la princesa Margarita, cuatro años más joven que ella. Tras convertirse en princesa heredera, Isabel recibió una educación más especializada, con énfasis en Historia, mientras su país entraba en la II Guerra Mundial. 

De adolescente participó como subalterna honoraria del Servicio Territorial Auxiliar de Mujeres y tomó clases de conducir y de reparación de vehículos durante el conflicto bélico.  

Su matrimonio

Ya por entonces intercambiaba correspondencia con el apuesto príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, con el que se casaría dos años después de la guerra, el 20 de noviembre de 1947, cuando el rey Jorge VI le concedió a Felipe el título de duque de Edimburgo.

Siendo aún princesa heredera, Isabel tuvo al príncipe Carlos y a la princesa Ana, antes de que su padre falleciera el 6 de febrero de 1952 y ella pasará a convertirse en la reina Isabel II. Fue durante una visita oficial a Kenia donde Isabel recibió la noticia y regresó inmediatamente a Londres, donde le esperaba el primer ministro, Winston Churchill, para comenzar uno de los reinados más importantes y exitosos de la historia. 

Problemas familiares

Tuvo que lidiar con el divorcio de tres de sus cuatro hijos -Carlos, Ana y Andrés-, aunque fue la separación en 1992 de los príncipes de Gales, Carlos y Diana, uno de los momentos más difíciles de su reinado, simbolizado con su famosa frase en latín "annus horribilis" (año horrible), pronunciada a finales de ese año. 

Fue también la muerte en un accidente de tráfico en 1997 de la princesa Diana lo que puso a prueba su reinado, visto como frío e indiferente al quedarse la familia real en Escocia mientras la gente lloraba y colocaba flores en el palacio de Buckingham. 

Pero Isabel II demostró estar a la altura de los acontecimientos al escuchar los consejos del entonces primer ministro Tony Blair y regresar al palacio de Buckingham, de donde salió para hablar con la gente y leer los mensajes dejados por los británicos. 

Sus últimos años como monarca han sido populares tras la boda de los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, así como por el nacimiento del príncipe Jorge, tercero en la línea de sucesión.

Durante sus años en el trono, Isabel II ha tenido un total de 15 primeros ministros, de los que once fueron conservadores y cuatro laboristas. En los últimos años de su vida, Isabel II tuvo que lidiar con el escándalo de los duques de Sussex, Enrique y Meghan, después de que estos decidieran en enero de 2020 apartarse de la familia real para ser financieramente independiente. 

Esta crisis, conocida como Megaexit, se agravó después de que la duquesa de Sussex, que es mestiza, acusara a la familia real de racismo, lo que obligó a la soberana a emitir un comunicado para decir que este problema sería resuelto dentro de la familia. Otro escándalo de estos últimos años de reinado lo protagonizó el duque de York, después de que la estadounidense Virginia Giuffre le acusara de haber tenido relaciones sexuales con ella cuando era menor de edad.

El caso forzó al príncipe Andrés a llegar a un acuerdo para indemnizarla y evitar que el caso fuera a juicio. El 9 de abril de 2021, la reina Isabel II sufrió la muerte de su marido, el duque de Edimburgo, cuando esté estaba por cumplir los 100 años de edad en junio de ese año. En el último año, la salud de la soberana se deterioró, lo que le obligó a suspender varios compromisos oficiales y a recibir, el pasado día 6, a la nueva líder del Partido Conservador, Liz Truss, en el castillo de Balmoral para pedirle que formase nuevo Gobierno. 

Europa llora su muerte

Los líderes de la Unión Europea despidieron a la reina Isabel II, fallecida este jueves a los 96 años de edad, y destacaron que "nunca dejó de mostranos la importancia de los valores duraderos en un mundo moderno" y "pocos dieron forma a la historia global" como hizo ella. "Una vez llamada Isabel de Steadfast, nunca falló en mostrarnos la importancia de los valores duraderos en un mundo moderno con su servicio y compromiso", escribió en la red social Twitter el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

También reaccionó al fallecimiento de la reina Isabel II la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, quien destacó que su "inquebrantable compromiso y servicio era un ejemplo para todos". "Pocos han dado forma a la historia mundial como Su Majestad la reina Isabel II", subrayó la maltesa en esta red social, en la que añadió que "el mundo llora con su pueblo en Reino Unido y más allá" la muerte "la reina Isabel La Grande".

El alto representante de la UE para los Asuntos Exteriores y la Política de Seguridad, Josep Borrell, subrayó que la UE "rinde homenaje" a la "contribución única" de la soberana británica "a la construcción de la paz y la reconciliación". Borrell afirmó que el "extraordinario reinado de la Reina Isabel II supervisó acontecimientos clave de los siglos XX y XXI". 

"Aunque su pérdida se sentirá en todo el mundo, nuestros pensamientos inmediatos están con su familia y el pueblo del Reino Unido", concluyó el político español en su cuenta oficial en Twitter. La monarca británica "representa toda la historia de Europa, que es nuestro hogar común con nuestros amigos británico", dijo por su parte la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una rueda de prensa en Rotterdam poco antes de conocerse su muerte.

La política alemana remarcó que Isabel II nos había "dado a todos en estos años estabilidad, confianza" y mostrado "una gran valentía". "Para mí es una leyenda", señaló Von der Leyn al ser preguntada por los periodistas en una comparecencia junto al primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, para respaldar el plan de recuperación de este país.

El rey Carlos: "Era una soberana querida y una madre muy amada"

Carlos, el nuevo rey del Reino Unido, lloró este jueves la muerte de "una soberana querida y una madre muy amada", en su primera reacción tras el fallecimiento de la reina  Isabel   II  a la edad de 96 años. "Sé que su muerte será muy sentida en el país, los territorios y la Commonwealth, y por infinidad de gente en todo el mundo", señaló el nuevo monarca en un comunicado. 

"Devastado"

El Reino Unido está "devastado" y en estado de "conmoción" por la muerte de la reina  Isabel   II  a los 96 años en Balmoral, en Escocia, y calificó a la soberana de fuente de "estabilidad" y "fortaleza" para el país, dijo este jueves la nueva primera ministra británica, Liz Truss. En una declaración a la nación ante la residencia oficial de Downing Street, Truss señaló que  Isabel   II  fue "la roca" del Reino Unido moderno, al acceder al trono después de la  II  Guerra Mundial.

Pedro Sánchez manda sus condolencias

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado sus condolencias a la Familia Real, al Gobierno y a la ciudadanía de Reino Unido por el fallecimiento de la reina  Isabel   II  este jueves, al tiempo que ha resaltado a la monarca como una "autora de la historia europea". "Mis condolencias a toda la familia real, al gobierno y a la ciudadanía de Reino Unido y la Commonwealth por el fallecimiento de la reina  Isabel   II . Una figura de relevancia mundial, testigo y autora de la historia británica y europea", ha escrito Sánchez en un mensaje publicado en español y en inglés, en su perfil de Twitter.

En la misma línea, numerosas figuras de la política española han mostrado su pésame a la familia y a Reino Unido por la muerte de  Isabel   II  a los 96 años que pone fin a un reinado sin precedentes de más de 70 años y supone el ascenso al trono de su primogénito, el príncipe Carlos, de 73 años de edad, según ha informado el Palacio de Buckingham. El estado de salud de la monarca había empeorado en estos últimos meses, marcados por los problemas de movilidad las reiteradas ausencias en actos especialmente simbólicos. 

Irlanda destaca su "inmenso impacto"

El primer ministro irlandés, Micheál Martin, destacó este jueves el reinado de  Isabel   II , fallecida hoy a los 96 años, por su "histórica duración" y su "inmenso impacto", lo que le valió "respeto y admiración en todo el mundo". El jefe del Gobierno de Dublín consideró que la muerte de la monarca, que estuvo 70 años en el trono, es el "fin de una era" y alabó su dedicación "al servicio público", entre el que figuró su empeño por mejorar las relaciones entre el Reino Unido y la República de Irlanda.

A este respecto, Martin recordó la "histórica" visita de Estado que efectuó  Isabel   II  a este país en 2011, la primera de un monarca británico a Irlanda desde su independencia en 1921. Este acontecimiento, aseguró el "taioisech" (primer ministro irlandés) fue "un paso crucial" en el proceso "de normalización de las relaciones con nuestro vecino más cercano". "Aquella visita fue un gran éxito, gracias, en gran parte, a los muchos gestos amables y cálidos que hizo la reina durante su estancia en Irlanda", indicó Martin. Por ello, su "popularidad" con el pueblo irlandés resultó "evidente" y, "claramente, eso tuvo un impacto positivo" en la soberana. "Nuestro mundo es un poco más pobre por su muerte, pero mucho más rico y mejor como resultado de su larga vida y contribución duradera", concluyó el "taoiseach".

Muerte en su paraíso

Perdido en un remoto parque natural del centro de Escocia, el castillo de Balmoral fue la última morada de la reina Isabel II y ahora los lugareños despiden con serenidad y gran tristeza a una mujer que supuso para ellos "un modelo de persona".

Sólo una tortuosa carretera local llega hasta el castillo, rodeado por la naturaleza exuberante del parque Cairgorns y bañado por el río Dee.

A este lugar tan aislado del bullicio, que la reina adoraba y usaba como residencia de verano, decenas de vecinos de los cercanos pueblos de Crathie o Ballater acudieron para rendir un último homenaje a una soberana muy apreciada por su pueblo.

Con ramos de flores, pero también con osos de peluche y otros regalos, los habitantes de la comarca y algunos curiosos mostraron su emoción y, sobre todo, respeto por la difunta.

Dispuestos en semicírculo en torno a la puerta principal del castillo, con la nutrida presencia de los periodistas detrás, alrededor de medio centenar de personas se iban turnando para despedir a quien fue su reina durante 70 años.

Alguno no podía apenas formular palabra cuando se le preguntaba por sus sentimientos. Otros, como la escocesa Carly McGregor, se acordaban no sólo de Isabel II, sino también del nuevo rey, Carlos III.

"Hay una mezcla de emociones. Estamos tristes, pero tendremos un nuevo rey muy pronto. Esto es muy difícil para el rey Carlos III. Un proceso muy complicado para él: perder a su madre y tener que volver al trabajo al día siguiente... No mucha gente hace eso", dijo a EFE.

Orgullo para los vecinos

La fuerte presencia policial no fue obstáculo para que quien lo desease se acercase al lugar. Unos cuantos albergaban la esperanza de ver pasar en sus coches a los miembros de la familia real, que fueron dejando el castillo de forma progresiva.

McGregor reconocía que ayer, entre lágrimas, estuvo explicando a sus hijos la relevancia de Isabel II y les contó historias sobre la reina: "Era una increíble inspiración para muchos, por la ética de trabajo, por la manera en la que se ha comportado y todo lo que ha soportado".

"Me alegra que (su fallecimiento) haya pasado aquí, en Balmoral, porque creo que ha sido más que feliz aquí”, terciaba por su lado su marido, Donald McGregor.

Coincidía con ese sentimiento Mary Arklas, que se desplazó hasta la entrada del castillo acompañada por su hija Mia, que consideró "un honor" que Isabel II se encontrase en Escocia en el momento de su deceso.

También se acercaron al castillo la pareja formada por Joy y Chris Ojobi, ambos nigerianos, que recordaban que su país forma parte de la Commonwalth (o Mancomunidad de Naciones) que le fue tan querida a la soberana.

"Ella unió a la Commonwealth bajo este paraguas de madre. Nigeria es parte de la Commonwealth y hemos sentido su amor durante todos estos innumerables años", declaró a EFE Joy Ojobi.

Para la mujer, Isabel II encarnaba sobre todo la maternidad, sobre todo por cómo consagró su vida "a servir más allá de su familia y su gente".

Condolencias en la capital

En Edimburgo, escoceses y muchos turistas se acercaron este viernes hasta el palacio de Hollyrood, residencia real en Escocia, para depositar ramos de flores, tarjetas y ver de cerca la notificación oficial de la muerte de Isabel II colgada sobre las rejas de este majestuoso edificio.

"Gracias Su Majestad por su servicio", "Gracias por su fiel servicio al país", "Gracias por una vida de servicio. Se le echará de menos", eran algunos de los mensajes que rezan sobre las numerosas flores que la gente ha empezado a dejar ante el palacio.

Aunque había más turistas que lugareños, el ambiente ante este palacio era sombrío, mientras que había banderas británicas y escocesas a media asta en los edificios públicos, así como la de la Unión Europea (UE) ante el Parlamento de Edimburgo (regional).

Una escocesa que se identificó como Elsa dijo a EFE, frente al palacio de Hollyrood, que la muerte de la reina Isabel II es "profundamente triste" porque supone el "fin de una era. La reina fue sinónimo de continuidad y solidaridad. Fue muy importante para el pueblo escocés".

Entre los turistas había una chilena, Ana María, que calificó de "maravilloso" el servicio de Isabel II para su país, pero observó que la continuidad de la línea sucesora irá "por buen camino".

A unas jóvenes españolas que empiezan a estudiar la próxima semana en la Universidad de Edimburgo les sorprendió este acontecimiento, que calificaron de "histórico" y admitieron que aún no saben si tendrán clases.

Edimburgo se prepara ya para la prevista llegada del féretro con los restos morales de Isabel II al palacio de Hollyrood, donde permanecerá varias horas antes de ser llevado a la catedral de St Giles, en la zona antigua de la ciudad.

Frente a esta catedral, rodeada de policías y cerrada hasta nuevo aviso, se montaban hoy las barreras que marcarán el camino por donde los ciudadanos pasarán antes de acceder al templo religioso para dar el último adiós a Isabel II antes de que sus restos sean llevado a Londres para el funeral de Estado.

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