Diario de León

La víctima, que residía en Asturias, llamó a las 00.30 horas al 112 y también a su novia

Hallan muerto a un leonés que avisó de su accidente nueve horas antes

La búsqueda para encontrar al desaparecido se centró a 40 kilómetros de donde estaba

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S. Laguna - redacción
León

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«No me puedo mover, caí por un terraplén». Este fue el aviso que recibió el servicio de emergencias del 112-Asturias a las 00.13 horas del miércoles. Era la voz angustiada de Alberto Ismael Martínez Mateos, natural de León, que avisaba del accidente de tráfico que acababa de sufrir. El accidentado, conmocionado por el golpe, no supo precisar el lugar en el que se encontraba. A las nueve y media de la mañana, nueve horas después de que se recibiera el aviso en el 112, y tras una larga búsqueda, la Guardia Civil hallaba el cuerpo ya sin vida del joven de 37 años en un terraplén de Tamargo -Las Regueras-, en el principado asturiano. El efectivo policial, que había buscado al desaparecido durante toda la noche en las inmediaciones de Lena y Mieres, localizó el vehículo, y al fallecido, en el kilómetro 19 de la carretera de Trubia a Los Campos -AS-233-. La víctima se encontraba a cuarenta kilómetros de su residencia habitual y de la zona donde se habían centrado las investigaciones. La dificultad de ubicar la localización de Martínez Mateos, a pesar de que había realizado dos llamadas con su teléfono móvil, dificultó las tareas de rastreo hasta por la mañana, cuando un amigo del fallecido apuntó la posibilidad de que se encontrara en la zona próxima a Llanera, donde ambos habían estado cenando esa misma noche. Antes de que los agentes tuvieran esa información, ni la víctima ni su novia, que también había recibido una llamada de su pareja- supieron precisar el área en la que se había producido el siniestro, según fuentes de la investigación. El servicio telefónico de emergencias que recibió a las doce y media de la noche la llamada del leonés Martínez Mateos pidió al joven que dijera la zona por la que se había caído su coche. «No sé, no sé», fue lo único que pudo decir. Media hora después volvió a sonar el teléfono. Era una mujer, quien aseguraba que su novio la había avisado de que había sufrido un accidente y que se encontraba atrapado en el coche, un Ford Escort blanco matrícula de Santander.

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