Economía provincial
La inercia de la construcción tira del sector en un momento de promociones
La venta de cemento aguanta el tipo pero su economía vinculada estima una desaceleración en 2021
Trabajadores de la construcción con medidas de seguridad. F. Otero Perandones.
El cemento es sin duda uno de los materiales que más ha contribuido al desarrollo económico de León en las últimas décadas y un indicador también de su pulso económico. Pese a que los vientos actuales no soplan de manera favorable, el gasto de cemento ha aguantado firme el shock provocado por la pandemia hasta el punto de que su consumo se ha recortado sólo algo menos de un 10%, según apuntan las compañías representativas del sector. «Sorprendentemente para la que está cayendo, no está padeciendo la recesión con una crudeza excesiva», dijo gráficamente el presidente de la Asociación de Derivados del Cemento de León, Fernando García.
Con la obra pública en un estado de contención evidente, ha sido la construcción la que ha tirado del carro para que los efectos de la crisis en este sector se hayan dejado sentir con mucha menos intensidad que en otros como la hostelería o el comercio. Evidentemente, no está a los niveles de comienzos del 2.000, cuando su pujanza disparaba todos los indicadores, pero en los últimos cinco años había ido recuperándose para crecer de forma lenta pero sostenida.
«La construcción tiene unas sinergias propias, rueda con una fuerza que le cuesta mucho parar pero si se detiene le cuesta mucho arrancar otra vez», explicó Fernando García. «Estoy esperando el zarpazo, pero de momento estoy sorprendido para bien», subrayó. A corto y medio plazo la construcción mantendrá el ritmo, pues en los próximos meses se iniciarán en el centro de León y en zonas como La Palomera y la Universidad varias promociones para construir cerca de un centenar de nuevas viviendas. «En el centro, pisos con garaje y trastero se siguen vendiendo bien», apuntó García.
Juan María Vallejo, presidente de la Asociación Leonesa de Edificación y Obra Pública, valoró también en positivo la «moderada» caída en el consumo de cemento. El hecho de que la construcción es un sector que apenas ha parado dos semanas durante la crisis ha jugado un papel determinante. Sin embargo, puso encima de la mesa otra reflexión: la necesidad de que las administraciones impulsen las obras civiles en la provincia por todo el empleo que depende de su actividad.
«La construcción apenas ha parado, ha tenido un verano bueno y está teniendo un otoño razonable. El problema vendrá cuando se acaben las obras en curso, por eso es importante que las administraciones mantengan los niveles de inversión porque si lo hacen se generará empleo».
En lo que todo el sector coincide es en augurar un 2021 bastante más complicado. Los efectos de la crisis se notarán con más dureza y se apunta a que el descenso del consumo de cemento podría bajar un 20% «o incluso más». «El sector no está preocupado por el presente sino por el futuro», dijo Vallejo. «El impacto lo notaremos en 2021, la obra pública va a sufrir un parón y eso se va a notar», dijo el presidente de la Asociación de Derivados del Cemento.