León y Asturias irán de la mano a exigir al Gobierno «plazos» para el peaje del Luna

La barra libre abierta por el Gobierno con la rebaja del peaje de la AP-9 en Galicia desde el pasado viernes, y que se ampliará el 31 de agosto con la supresión de la AP-7 y AP-2 en Cataluña y Aragón, alimenta la reivindicación para levantar las barreras de la autopista del Luna (AP-66). A la lucha alentada desde Asturias en las últimas semanas anunció ayer Eduardo Morán que se sumará León. La Diputación Provincial y el Principado irán de la mano hasta la puerta del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para reclamar a los nuevos responsables del departamento que controlaba José Luis Ábalos que «mejore la situación o anule el peaje», como desveló ayer el dirigente del PSOE; el mismo partido que gobierna al otro lado de la raya e, incluso, en Madrid, aunque prefiere por ahora mantener el agravio en la vía de alta capacidad que condiciona el desarrollo asturleonés mientras descarga de obstáculos la autopista del Atlántico y el eje que comunica la salida del Mediterráneo con el País Vasco.

En este escenario, Morán insistió ayer en que su administración y el Principado tienen «el firme compromiso» de reclamar de manera conjunta al Gobierno de España que atienda «una reclamación de justicia». La reivindicación queda abierta a que se «mejore la situación», como sucede en Galicia con la rebaja e incluso la supresión, en algunos casos, que le costará al Ejecutivo central 2.300 millones de euros hasta 2048, a razón de 85 millones de euros al año. Pero tampoco se cierra la batalla de la eliminación total, como sucederá en Aragón y Cataluña al final del verano o como ya disfrutan en Levante y Andalucía desde comienzo de 2020. Mientras, en la autopista del Luna se mantiene el segundo kilómetro más caro del país, sólo superado por el de Villalba-Adanero, que condiciona la salida del eje asturleonés hacia Madrid. Por si fuera poco, se suma al mapa la presencia de la autopista de Astorga (AP-71), una disfunción dentro del corredor central que se ceba con la provincia leonesa.

El anuncio de Morán no concretó fechas para el viaje a Madrid junto al presidente del Principado, Adrián Barbón. Como aproximación, el presidente de la Diputación provincial habló de que «en breve» intentarán «tener una comunicación directa con los nuevos responsables del ministerio», dirigido ahora por Raquel Sánchez, para «ver si es posible un compromiso de plazos». La celeridad se enmarca en los tiempos que ya corren para la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, en los que debe tener sustento el compromiso para que supere la categoría de promesa que ya se ha escuchado en repetidas ocasiones en León sin ningún resultado.

Para aplacar el golpe de la reclamación, que percute sobre el Gobierno de su propio partido, Morán hizo un poco de historia. El presidente de la Diputación dejó caer que «las cosas se complicaron hace años», en referencia al 2000, cuando el entonces ministro de Fomento del PP, Francisco Álvarez Cascos, prorrogó durante 39 años la concesión, como compensación por la construcción de un tramo y la supresión de otro de la AP-9. Sin este obstáculo, la barrera debería haberse levantado en apenas una semana, pero se dilató hasta el 11 de agosto de 2050. La ampliación se aprobó en el 2000. Cuatro años después, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero comprometió en campaña que lo eliminaría. Ahora, el PSOE se vuelve a encontrar los peajes en su camino, como León.