Diario de León

TRIBUNALES

La banda nazi que agredió a un joven en el Barrio Húmedo irá a prisión dos años y medio

La Audiencia impone a las dos jóvenes y al varón que la conformaban una indemnización de 18.000 euros y la prohibición de estar a menos de 500 metros de la víctima; llama la atención sobre el abuso de superioridad de los agresores y la violencia del ataque

Un momento del juicio, celebrado en la Audiencia Provincial el pasado mes de diciembre. MAZ

Un momento del juicio, celebrado en la Audiencia Provincial el pasado mes de diciembre. MAZ

León

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La Sección Tercera de la Audiencia Provincial ha condenado a dos años y medio de prisión a las dos jóvenes y al varón de ideología de extrema derecha que agredieron en el Barrio Húmedo a otro muchacho en una pelea que tuvo lugar en marzo de 2019. Precisamente las dilaciones indebidas (los retrasos en tramitar la causa judicial) son considerados circunstancia atenuante para reducir la pena, que de otro modo hubiese sido más dura.

El apartado de hechos probados de la sentencia reseña que sobre las 4,45 horas de la noche de autos, los acusados, todos ellos mayores de edad y sin antecedentes penales, y otras personas integrantes de un mismo grupo se encontraban en la puerta del pub de León.

En el lugar, los acusados y las personas que les acompañaban coincidieron con el denunciante quien, en ese momento, abandonaba el pub referido después de haber tenido un altercado con una persona de ideología de extrema derecha y nazi.

Fue entonces cuando los acusados y otras personas integrantes del mismo grupo , que actuaban todos ellos al unísono, de mutuo acuerdo, "a sabiendas del patente desequilibrio existente por la pluralidad de atacantes y con la intención de atentar contra la integridad física y la salud del denunciante", le agredieron dándole varios puñetazos en la cabeza y patadas en el cuerpo, al tiempo que la acusada principal decía que le iban a matar por haber declarado en un juicio penal contra su hermano.

Al percatarse de la agresión ,  un amigo del denunciante intentó protegerlo y apartarlo del lugar, con lo que ambos pudieron darse a la fuga y salir corriendo para evitar la continuación de la agresión. Fueron perseguidos por esos mismos agresores y con esa misma intención de seguir atentando contra su integridad física, hasta que al llegar a una plaza el denunciante y su amigo fueron alcanzados por los acusados y por las personas del grupo perseguidor, quienes conjuntamente y de acuerdo y con manifiesto abuso de su superioridad numérica, volvieron a agredir a la víctima al darle otra vez puñetazos en la cabeza y patadas en el cuerpo, tras lo cual cayó este al suelo como consecuencia de los golpes recibidos y sangró abundantemente por la cabeza.

Fue auxiliado por su amigo y lograron ambos nuevamente zafarse de la agresión para huir corriendo y desesperadamente llegar a otra plaza, perseguidos por los acusados y el resto de las personas integrantes del grupo.

La víctima volvió a ser alcanzada por los acusados y las demás personas que le perseguían, quienes siguieron actuando de acuerdo y abusando del desequilibrio de fuerzas existente.

Así, le propinaron nuevamente patadas en el cuerpo y puñetazos en la cabeza, separándose aquí de su amigo  al sufrir este un ataque de asma y no poder respirar, por lo que precisó llegar hasta su vehículo para tomar la necesaria medicación y evitar su asfixia al tener afectadas las vías respiratorias en los pulmones debido al esfuerzo físico realizado para escapar de los acusados y del grupo perseguidor, no sin antes decir al denunciante que hullera rápidamente del lugar porque si no le iban a matar.

Tras una tercera huida  fue alcanzado y procedieron entonces otra vez de acuerdo tanto los acusados como algunas de las personas del grupo y a sabiendas de que su defensa estaba ostensiblemente debilitada tanto por la superioridad personal como instrumental o medial y por el estado físico en que se encontraba debido a las agresiones sufridas con anterioridad, a agredirle nuevamente dándole más puñetazos en la cabeza y golpes en el cuerpo, cortándole uno de ellos la cara con un objeto punzante o arma blanca no localizado, al tiempo que las acusadas mujeres decían " matadle, matadle, que no respire, hasta que quede muerto, lo matáis".

A consecuencia de las agresiones sufridas, Ismael sangró abundantemente por la cabeza y llegó a perder el conocimiento, quedó tendido en el suelo mientras que los acusados y demás personas agresoras abandonaron rápidamente el lugar de los hechos, dejándole tirado y abandonado.

Sufrió heridas faciales por arma blancal, traumatismo craneoencefálico, múltiples heridas y contusiones faciales y en rodilla derecha y fractura de cuatro piezas dentarias. Necesitó cirugía y tardó 71 días en sanar, de los que 40 fueron de perjuicio básico, 30 días de perjuicio moderado y un día de perjuicio grave, quedándole como secuelas dos lesiones circulares cicatriciales en región superior e inferior de rodilla derecha, de un centímetro de diámetro, cicatriz en temporal derecho, en región retroarticular, cicatriz lineal de cuatro centímetros de longitud en región maxilar derecha de coloración rosada,  cicatriz puntiforme en región mentoniana de 0,5 centímetros de diámetro, cicatriz en forma de Y en región maxilar izquierda, de tres centímetros de longitud, rosada y cicatriz lineal en dorso de nariz de un centímetro de longitud, menos visible que el resto, no dolorosa. (13 puntos totales de perjuicio estético).

La principal acusada estuvo privada de libertad por esta causa desde el 16 de marzo al 26 de abril de 2019.

La víctima

Para los magistrados, la declaración de la víctima reúne los requisitos necesarios como para destruir la presunción de inocencia de los acusados.

"A esta misma conclusión se llega si se analizan las declaraciones de los testigos protegidos que depusieron en la vista, ratificando su declaración ante la Jueza de Instrucción y manifestando que la acusada secundaria estaba en el lugar dando patadas a la víctima y quitándole una zapatilla y tirándola lejos, añadiendo que a este le había agredido un grupo de personas y que la que estuvo en prisión gritaba "matadle, matadle" y le golpeaba, mientras que el herido corría ensangrentado y pedía auxilio y que el grupo de personas que le perseguía la había rodeado y agredido, tanto las chicas como los chicos, y que los agresores habían dejado a la víctima ensangrentado en el suelo y abandonado el lugar corriendo.

La sentencia hace mención a las contradicciones entre las manifestaciones ante la Policía y ante la Audiencia por parte de las dos mujeres. "Tal manifestación está plagada de clamorosas contradicciones que debilitan su tesis exculpatoria", dice el ponente.

"No acertamos a entender ni a dar visos de realidad al motivo invocado por los acusados de que si persiguieron al denunciante fue porque había apuñalado a un amigo, cuando ese hecho es incierto y basado sólo en meras posibilidades de inseguros resultados. No ya porque ninguno de los testigos presenciales, a excepción de los acusados y de los que formaban parte de ese mismo grupo agresor, lo reconoció en la vista al declarar que el herido no llevaba navaja alguna y que no había agredido a nadie, sino también porque resulta paradójico que, de ser ello cierto, no se hubiera denunciado tal supuesta agresión ni tampoco hubiera sido asistido por personal médico alguno", dice la Audiencia.

"Para darnos cuenta de la brutalidad de la agresión sufrida por el denunciante, basta con observar el contenido de la grabación de la cinta obrante en las actuaciones, referida a una sola parte de los sucesos ocurridos en la calle, cuya exhibición se reprodujo varias veces en la vista", refiere la sentencia.

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