«Ni un paso atrás» en los derechos conquistados

Hubo pitidos, petardos y algunos gritos y cánticos, pero fue sobre todo una manifestación marcada por una sensación de convicción en el planteamiento. «Ni un paso atrás» fue uno de los eslóganes más coreados, junto con las alusiones a la necesidad de llevar a cabo una huelga general.

No fue tampoco una protesta marcada por la proliferación de pancartas. Al margen de la que abrió la marcha, los trabajadores del concesionario de Renault, la plataforma en defensa del aeropuerto de León, las juventudes comunistas y colectivos de mujeres, además del 15-M mostraron por escrito entre otros sus reivindicaciones.

La lucha por unas retribuciones justas, la protesta por las horas extra, las mujeres ante la crisis,... Y dos ideas repetidas: los derechos no son una concesión, son una conquista; y ni un paso atrás en la defensa de estos logros.

Especialmente aplaudidos fueron los llamamientos a evitar que los trabajadores se conviertan en una mercancía de «usar y tirar», así como las referencias a los excesos del sector financiero como causa de los problemas que ahora se traducen en el recorte de los derechos laborales.

Sobre la posible convocatoria de una huelga general, los sindicatos criticaron que Mariano Rajoy adelantara esta posibilidad y advirtieron: «Somos nosotros los que marcamos los tiempos y el calendario, en función de la presión que se ejerza. Pero puede haber una o trece, como en Grecia. Todo depende».