Los pensionistas pueden usar tarjeta dorada si está en vigor

El único de los grupos que presenta un funcionamiento diferente son los pensionistas. El colectivo en el que, a partir del 1 de enero, se establecen dos categorías diferenciadas: aquellos cuya pensión no supere el salario mínimo interprofesional (645,30 euros), con la posibilidad de que se beneficie su cónyuge si los ingresos de ambos no superan en un 30% el indicador, pagarán 0,30 euros; mientras que aquellos que no rebasen el SMI en un 50%, con la opción de que se beneficie su cónyuge si los ingresos de ambos se pasan en un 80% del indicador estatal, abonarán 0,65 euros. Descuentos de los que no podrá beneficiarse ningún pensionista cuya pensión supere estos límites, lo que le obligará a abonar la tarifa ordinaria, siempre que no esté afectado por alguna de las otras categorías especiales.

El atasco actual hace que se haya decidido que en este colectivo se mantenga de manera transitoria el funcionamiento antiguo. Los pensionistas que cuenten con la tarjeta dorada, que hasta finales del 2012 permitía viajar por 0,20 euros, podrán continuar con su uso, aunque tendrán que adecuarse a la nueva tarifa de 0,30 euros. Una validez que decaerá en la misma fecha que venza la tarjeta dorada, cuando sí que será necesario que tengan que pasar por la oficina de transportes para acreditar los ingresos de su pensión y tramitar su nuevo dispositivo electrónico.

Una adaptación que se espera que se normalice a partir del mes de febrero y que, por ahora, obliga a que todo el personal que hay en la oficina municipal de transportes se tenga que dedicar casi en exclusiva a cumplir con las labores de tramitación de las nuevas tarjetas de descuento.