Requeijo: «La confianza en quien lucha contra el ciberdelito es básica»

maría j. muñiz | león

El aprovechamiento de las capacidades del personal militar y la formación de especialistas en ciberseguridad es el doble objetivo del curso diseñado por la Escuela de Organización Industrial (EOI) con los ministerios de Industria y Defensa, en el que el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) tiene un protagonismo especial. Los 30 primeros alumnos del curso, 25 de ellos miembros de las Fuerzas Armadas, visitan este lunes León con el objetivo de recibir la lección magistral del inicio del curso, conocer el Centro de Respuesta Temprana de Ciberseguridad para la Industria y reunirse con las empresas de la Asociación Empresarial Innovadora en Ciberseguridad y Tecnologías Avanzadas, un cluster nacional que tiene su sede también en León.

En la visita participa el coronel Francisco Javier Requeijo Pascua, jefe del Área de Salidas Profesionales de la Subdirección General de Reclutamiento y Orientación Laboral del Ministerio de Defensa. Requeijo destaca la necesidad de diseñar nuevos escenarios laborales para los miembros de las Fuerzas Armadas, y también la exigencia de formar profesionales especializados en la lucha contra el ciberdelito. Reconoce la labor proactiva del Ministerio de Industria en el impulso de nuevos talentos para un sector que tiene una enorme demanda que cubrir, y avanza el desarrollo de todo un programa de formación del que podrán beneficiarse también otros estamentos de la Administración Pública.

El coronel destaca el potencial del Sistema de Aprovechamiento de Capacidades del Personal Militar (Sapromil), un programa en el que se enmarca el curso que iniciará la especialización de los nuevos «cibercombatientes», aportando «capacidades adicionales a quienes deseen desvincularse de la carrera militar, como ocurre en otros países, Esta profesión no tiene por qué ser permanente. No tiene sentido en una sociedad ágil y cambiante como la actual que todo el personal de las Fuerzas Armadas esté permanentemente, así que hay que agilizar la búsqueda de otros puestos de trabajo. No siempre es fácil, y esta es una medida de apoyo personal».

Respecto a la ciberseguridad, Requeijo destaca que «es un mundo bastante atípico, mientras normalmente hay una formación para buscar trabajo, en este campo hay gran cantidad de gente que ha comenzado a mostrar habilidades sin tener formación reglada. Necesitamos capacitar a personas para combatir el ciberdelito, y esta formación es pretende hacerlo de la manera más ágil posible».

Respecto al personal militar, el coronel señala que «ofrece una trazabilidad, conoce a las personas que están luchando contra estos delitos. En el mundo de la ciberseguridad la confianza en la persona que se encarga de eso es básica para seguir adelante».

Las capacidades militares para ello parten de que «los conflictos actuales ya no son como los anteriores, no hay demarcaciones geográficas entre los combatientes. La sociedad civil muchas veces está inmersa en ese combate, aunque no lo sepa. Y es necesario especializar a personas que tienen el hábito de manejarse en el conflicto. Es una forma correcta de crear una herramienta útil para la sociedad».

Una sociedad que «cada vez va a necesitar más perfiles de este tipo», en todos sus ámbitos. El Ministerio de Defensa está tomando las medidas que considera necesarias, y la formación que ahora iniciamos es complementaria. «La Estrategia Nacional de Ciberseguridad le encarga al Ministerio de Industria la preparación para garantizar la seguridad de la población, y en este aspecto está siendo muy proactivo. No puedo decir si la Administración es deficitaria o no en personal especializado en ciberseguridad, pero lo que está claro es que tenemos que estar preparados porque las necesidades de este campo van a tener un crecimiento exponencial».