Diario de León

Rosalía Iglesias: "Yo no he tenido 25 millones de pesetas en mi mano nunca"

La esposa del ex tesorero del PP Luis Bárcenas, la astorgana Rosalía Iglesias Villar, ha acumulado una fortuna inmobiliaria desde que empezó su carrera como secretaria en la sede nacional del Partido Popular

Rosalía Iglesias acompañada de su abogada

Rosalía Iglesias acompañada de su abogada

León

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En España, 541 personas comparten los apellidos Iglesias Villar, pero solo una dispone de un piso en el castizo Serrano madrileño y viviendas de lujo en la alta montaña pirenaica o en la costa marbellí. Ella es Rosalía Iglesias Villar, silenciosa esposa del intrépido Luis Bárcenas. Originaria de Astorga, donde aún reside parte de su familia más directa, es la quinta hija de un empresario local del transporte. Le gustan los bolsos de Loewe y esquiar, como a su marido. Fue imputada en el caso Gürtel por un asunto fiscal y el juez comenzó a investigar si tenía cuentas en Suiza, también como su marido.

En Astorga, no muchos saben que Rosalía Iglesias Villar es la mujer que se ha visto en televisión entrando y saliendo del juzgado con impenetrables gafas de sol. Tampoco que esa elegante mujer que acostumbra a vestir ropa para élites y bolsos de apellido impronunciable es la joven, guapa y encantadora que se recuerda en su pequeña ciudad de origen, donde apenas se quiere hablar de la biografía desconocida

de la hoy esposa de Luis Bárcenas, ex senador por Cantabria y ex tesorero del Partido Popular ahora condenado por la Operación Gürtel, una de las causas de corrupción más voluminosas que se han instruido en España en los últimos años. «No se moleste porque no va a dar ninguna entrevista», contestaban hace ahora cinco años de manera tajante desde la casa familiar en Astorga. Trascendía entonces que Rosalía no se encontraba en buen estado anímico desde que el juez Antonio Pedreira, instructor durante tres años de la trama Gürtel, decidiese su imputación por una operación inmobiliaria en Majadahonda, que después quedó archivada. Lo cierto es que sus pocas actuaciones públicas, golpeando micrófonos o llamando a la policía cuando se sentía hostigada por la prensa, evidenciaron un desasosiego que contrasta con el de su marido, al que se ha podido ver en los momentos más duros de su carrera política y personal practicando heliesquí en lugares remotos del planeta.

En un reportaje publicado por este periódico en 2013, ya se subrayaba la discreción de Rosalía Iglesias Villar, que era prácticamente desconocida hasta que el juez sospechó por primera vez que podría estar ocultando dinero negro procedente de Gürtel, en primavera del año 2010. No hay fotografías en actos públicos o políticos durante la trayectoria de Bárcenas como senador ni ha conseguido notoriedad por algún mérito personal. Hasta entonces era la discreta esposa de un alto cargo político cuya única afición conocida son las antigüedades y un pasado laboral ligado al Partido Popular, para el que trabajó como secretaria en la sede nacional de Génova 13.

«Sinceramente creo que es buena gente y trabajadora», declaba a este periódico Jorge Verstrynge,

secretario general de AP entre 1979 y 1986. En su última etapa en el cargo coincidió con Rosalía como secretaria personal. «Creo que llegó de la mano de Bárcenas», dudaba. Iglesias Villar habría estado en nómina más de tres años, entre 1983 y 1986. Posteriormente se desconoce más actividad laboral que

la que le vincula a una empresa especializada de transportes de mercancías y a otras actividades de contabilidad, teneduría de libros, auditoría y asesoría fiscal. No hay rastro de más trabajos por cuenta ajena. En 2013, Rosalía es una mujer con un suculento patrimonio inmobiliario en propiedad.

Patrimonio millonario

El matrimonio dispone desde el año 2008 de un chalé de lujo en una de las mejores zonas de la estación de esquí de Baqueira Beret, en el Valle de Arán (Lérida). La información en el Registro de la Propiedad es restringida, pero el metro cuadrado en la urbanización Val de Ruda donde tiene el chalé se pagaba en aquellos años a 7.000 euros. Unos años antes, en 2002, decidieron invertir en la costa. Rosalía Iglesias adquirió una vivienda de 186 metros cuadrados en una de las urbanizaciones más elitistas de Marbella, en Guadalmina. En el entorno del exclusivo edificio La Garza, localización de su residencia veraniega, la astorgana tenía dos locales comerciales. Pero la principal propiedad el matrimonio, casado según los documentos judiciales en régimen de separación de bienes, es el piso de la calle Príncipe de Vergara 34, donde cada día decenas de periodistas esperan una frase del extesorero o de su mujer. La vivienda familiar tiene 220 metros cuadrados de superficie y su valor, contando las plazas de garaje que tiene asociadas, superaría el millón y medio de euros.

En el año 2009, según el informe realizado por la Udef, esta propiedad estaba a nombre de Luis Bárcenas. De la playa a la montaña pasando por Suiza, el matrimonio —así lo recogen las conversaciones

intervenidas en su día por orden del juez— no se ha privado de nada. Mientras Bárcenas atendía sus negocios en Suiza, Rosalía aprovechaba para visitar las tiendas de antigüedades. A él le entusiasma el heliesquí, una práctica restringida para los que no puedan pagar un helicóptero que te deja en las altitudes de una montaña para descender por nieve virgen. A Rosalía, aunque también practica esquí, le gusta visitar tiendas de diseñadores. No en vano, su apariencia es siempre impecable y sus modelos, la envidia

de toda fashion victim. Siempre está a la última en bolsos y pieles, lo que no deja de contrastar con el look de dandi trasnochado que proyecta Bárcenas.

Ni bien ni mal

En lo personal «es encantadora», comenta un conocido de Rosalía. Se la ha visto alguna Semana Santa por Astorga, pero sus apariciones no son frecuentes. Aquí siguen residiendo hermanas de Rosalía y algunos viejos amigos, que declinan hablar sobre ella, «ni bien ni mal». En el partido, Rosalía Iglesias tampoco es muy conocida. Ninguno de los senadores y diputados del PP leonés que pudieron coindicir en la etapa dorada del extesorero tuvieron vínculos personales con el matrimonio. Su círculo de amigos

ha sido muy cerrado. Durante la investigación ha trascendido que en sus veraneos marbellíes compartían

vacaciones con el ex alcalde de Majadahonda, Jesús Sepúlveda, y su familia, antes con su primera

mujer, Ana Mato, y ahora con Natalia Bosch. Allí, en Marbella, también veraneaban entonces Fransico Correa y su mujer María del Carmen Rodríguez Quijano. Una vida de ensueño que han extendido también al único hijo del matrimonio, Guillermo, al que se puede ver habitualmente con su padre compartiendo

descensos en la nieve de Armenia o Canadá. Tiene 25 años y una hiperactividad en las redes sociales propia de su edad. En su perfil de Facebook cuelga fotografías esquiando con su padre y en su canal de Youtube entrega vídeos cantando con su guitarra a la Selección Española de fútbol, algo que le

hizo muy popular y que hoy le ha llevado a construir un grupo musical de relativo éxito comercial.

Todo fue idílico hasta el año 2009. La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) del Cuerpo Nacional de Policía comenzó a investigar al cabeza de familia tras haber ingresado supuestamente en una sucursal bancaria cercana al Congreso de los Diputados más de 300.000 euros en billetes de 500 euros.

El extesorero del PP justificó esta transacción en la devolución de un crédito que había solicitado para una operación de plusvalía mediante la compra fallida de un cuadro. A partir de este momento, la documentación que había sido intervenida a Correa durante la Operación Gürtel destapó la presunta

relación de Luis Bárcenas con la trama de corrupción y las cuentas en Suiza, que alcanzaron un valor de 22 millones de euros en el mejor momento del extesorero. En este proceso se inició la investigación sobre su esposa Rosalía Iglesias. Esa primera imputación quedó en un susto, pero pasó factura personal a la afectada. Los apellidos Iglesias Villar aparecieron por primera vez en los documentos vinculados a la trama corrupta que dirigía Francisco Correa y que fueron incautados por orden judicial en bufetes de abogados. A Rosalía se la investigó por su participación como inversora de la sociedad inmobiliaria Proyecto Twain Jones para construir 16 viviendas de lujo en Majadahonda (Madrid).

En la primavera del 2010, Rosalía compareció como imputada ante el juez Pedreira. Le preguntaron

por los 25 millones de pesetas, que se supone procedían de una comisión pagada por Francisco Correa a Luis Bárcenas, a lo que Iglesias Villar contestó: «Le agradezco que me lo diga en pesetas, porque si no no sé de qué cantidad estamos hablando. Mire, yo no he tenido 25 millones de pesetas en mi mano nunca, se lo puedo garantizar», según recoge el sumario. El juez decidió levantar la imputación a Rosalía Iglesias

por delito fi scal y blanqueo de capitales al entender que «carecía de conocimientos para liquidar tributos y realizar las inversiones».

Cuatro años antes, según las sospechas del juez, se le atribuye el ingreso de mil billetes de 500 euros en una cuenta bancaria el 19 de enero del 2006. En el año 2011, la mujer del extesorero del PP compareció ante la Inspección Tributaria para intentar aclarar el origen de los 500.000 euros. Al no poder comprobar que la versión de Rosalía Iglesias era cierta, la Agencia Tributaria denunció los hechos ante la fiscalía por supuesto delito fiscal. Si el 6 de mayo del 2010 el juez del Tribunal Superior de Justicia de Madrid Antonio Pedreira levantaba la imputación de Rosalía, pero después era nuevamente implicada en la trama Gürtel. Iglesias Villar tuvo que declarar en calidad de imputada ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que instruye el caso y que le atribuye un supuesto delito contra la Hacienda Pública. Según Ruz, la mujer de Luis Bárcenas pudo defraudar 222.112,58 euros en la declaración del IRPF correspondiente al año 2006. Desde esta última declaración, Rosalía quedó en el punto de mira.

 

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