Unicaja acumula aún una deuda de 26,5 M€ a la Fundación Obra Social

La fundación heredera de la Obra Social (también del Monte de Piedad) de las antiguas cajas de ahorro que fueron sumándose a lo largo de los años para dar lugar a España-Duero no sólo debía recibir en propiedad el patrimonio correspondiente a lo que fue una actividad tan importante de estas instituciones como la propiamente financiera, sino «la tesorería en efectivo suficiente» para hacer frente a sus necesidades de liquidez. Así consta en las decisiones que la extinta gran caja autonómica tomó en asamblea general en 2011, cuando el proceso de rescate dividió el negocio financiero (actualmente absorbido por Unicaja Banco) del que le correspondería gestionar a la Fundación Obra Social de Castilla y León (Fundos).

Y que es una de las exigencias que Fundos le reclama judicialmente a Unicaja Banco, presidida por Manuel Azuaga, también presidente de Cecabank, la entidad surgida de la antigua Confederación Española de Cajas de Ahorro, es que se afronte el pago de esta deuda en efectivo, que sigue pendiente desde que hace ahora cuatro años se constituyó oficialmente la fundación.

En noviembre de 2011 se inscribió ante notario la Escritura de Segregación del negocio financiero para constituir el banco Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria (Banco Ceiss). Un escrito en el que la entidad financiera se quedaba con el negocio bancario, mientras se recogía una relación de ‘activos excluidos’ que quedaban en manos de la fundación porque «tenían una innegable vocación de cristalizar precisamente en ser el patrimonio» de la heredera de las obras sociales.

Un enorme y rico patrimonio que incluía los activos y pasivos adscritos a la Obra Social de Caja España Duero, y también los que se integraban en los Monte de Piedad en su conjunto. Así como los inmuebles de uso de las actividades de las obras sociales, los elementos inventariados como patrimonio artístico y el fondo documental del Centro de Documentación de Caja España Duero.

Elementos todos sobre los que existen discrepancias y modificaciones posteriores que han dado lugar a la demanda presentada por Fundos contra la entidad financiera que preside Manuel Azuaga (que también fue presidente de Ceiss en la etapa en la que se hicieron varias modificaciones patrimoniales a favor del banco que la demanda considera ilegales).

Y entre los que tiene especial protagonismo la reclamación del dinero en efectivo que debía permitir a la fundación mantener su actividad y sostener financieramente el patrimonio heredado. Y que en 2011 se calculó en 40 millones de euros.

La demanda presentada por Fundos, que tiene una primera cita en los juzgados leoneses el próximo mes de febrero, señala que entre los elementos que «pese a formar parte del patrimonio que habría de serle entregado no han sido objetivo de completa rendición a Ceiss» se encuentra el apartado referido a la tesorería que conforme al proyecto de segregación aprobado debía ponerse a disposición de la heredera de las obras sociales.

Una cantidad que se fijó en 2011 en 40 millones de euros. Sin embargo, la cantidad que se puso a disposición fue de 13,5 millones de euros, por lo cual la demanda no sólo reclama ahora los 26,5 millones de euros, sino el pago de los intereses correspondientes a todos estos años.

La demanda también señala que en enero de 2012 se realizó un estudio de liquidez de la caja segregada, en la que se parte de los 43 millones de euros con los que debía contar la futura fundación. Son los 40 señalados de tesorería más otros 3 millones que le correspondían por los dividendos de estar en posesión del 100% de las acciones del banco. Y que, indica la reclamación, nunca han recibido.

Además, la Obra Social sumaba entonces dos deudas importantes, que «no fueron provisionadas ni recurridas»; y que suponen actualmente más de 7 millones de euros.

La reclamación a Unicaja Banco por parte de Fundos pone de manifiesto «el descuadre en la contabilidad, la deficiente gestión del banco, la ocultación de datos a la Junta de Castilla y León y un hecho indiscutible: que nunca se aportaron los 43 millones de euros que le competían».