Con viento a favor en la pandemia

La casa como refugio y abrigo. La pandemia y el largo confinamiento han cambiado la relación de los leoneses con su vivienda. Las largas semanas sin pisar la calle y el temor a que una situación así pueda volver a repetirse han puesto en marcha numerosos proyectos personales en los hogares de la provincia, en busca de un hábitat más confortable. Una tendencia que ha revitalizado sectores económicos e, incluso, ha disparado su actividad como nunca. En algunos casos, las decenas de encargos han ayudado a «salvar los muebles» y navegar a través de los tiempos convulsos de la pandemia sin baches.

Todos los sectores relacionados con las reformas de viviendas han logrado mantener o incrementar su actividad. También vive un buen momento la venta de casas en el área rural, las empresas de mudanza y áreas de ocio ligadas al hogar como la jardinería y la construcción de piscinas. El cambio de paradigma en el consumo, con el ‘boom’ del comercio electrónico, genera, además, una incesante actividad para los creadores de páginas web, y el márketing digital. Y, como consecuencia, trabajo para la logística, el transporte de paquetería y los repartidores.

El covid también ha dejado desolación y muerte en León, los servicios funerarios de la provincia han gestionado un 37% más de fallecimientos en la primera ola y un 21% en la tercera. León se acerca ya a los 1.950 muertos por covid. El responsable de la firma Tanatorio La Encina, con nueve centros repartidos por el Bierzo, explica que a pesar del incremento «las funerarias aquí en León no se han visto tensionadas en ningún momento». Delmiro Vega relata que han tenido que adaptarse sobre la marcha a hábitos diferentes en los rituales funerarios. «En la primera ola no se podía velar, por lo tanto no facturamos salas, tampoco el coche fúnebre, al ser incinerados, y las flores eran muchas menos. La falta de facturación en estos conceptos se ha compensado con más servicios; en pandemia equilibramos balance, con una ligera subida». En la primera ola su empresa realizó 116 incineraciones de cuerpos llegados desde Madrid. «Un aumento tan destacado de la mortalidad, tendrá implicaciones negativas a largo plazo en nuestro sector».

JUAN JOSÉ ÁLVAREZ

MUDANZAS NAVARRO

En la nueva filosofía de hogar, el presidente de la Asociación Leonesa de Edificación y Obra Pública (Aleop), integrada en la Fele, subraya que la pandemia ha hecho que «ahora todos miren más hacia el interior de su vivienda y ven que existen deficiencias que hay que paliar; es bueno para el sector de la construcción, con las reformas». Juan Manuel Vallejo incide en que esta nueva perspectiva genera trabajo. «Quieren que sus viviendas tengan cierta calidad y sean más saludables, así que ha crecido el interés por las reformas». De todas formas, enfatiza que «primero está controlar la urgencia sanitaria y después llegará la confianza para que la economía crezca». Piensa que el gran yacimiento de empleo vendrá de la mano de los planes de sostenibilidad para las viviendas, con el objetivo de conseguir una menor emisión de gases contaminantes.

El virus también ha generado una necesidad de volver a las raíces, de abandonar la ciudad y regresar al área rural. Lo saben bien en la inmobiliaria León de Pueblo, que durante la pandemia ha logrado aumentar sus ventas de casas un 30%, según manifiesta su responsable, Darío Villanueva. Una vez que finalizó el confinamiento, llegó a su establecimiento una corriente de interés por tener una casa de campo. Por una parte, leoneses residentes en la capital —principalmente parejas y familias con niños— en busca de una como vivienda principal en un radio no más allá de los 20 kilómetros de la ciudad. Como requisito imprescindible, jardín o patio. Incluso, en este grupo hubo mudanzas desde Madrid y Barcelona. Y, por otra parte, la demanda de segundas residencias en la ribera o la montaña de parejas o familias de Madrid, Asturias y Cataluña, además de extranjeros de Bélgica, Alemania y Reino Unido.

DARÍO VILLANUEVA

INMOBILIARIA LEÓN DE PUEBLO

En estos traslados de domicilio, el papel de las empresas de mudanza ha ganado protagonismo y logrado tener una mayor regularidad en sus encargos y más equilibrio en sus cuentas anuales. Durante la etapa más dura fueron consideradas como servicios esenciales y realizaron transportes de material sanitario desde lugares como Madrid con destino a León, como rememora Juan José Álvarez, de Mudanzas Navarro. Y aunque previamente tenían servicios pactados para los meses de confinamiento —antes de que estallara la crisis sanitaria— todos fueron cancelados ante el temor al contagio. En verano llegó el gran momento de las mudanzas.

«Hemos hecho mudanzas de gente de Madrid que se venían a vivir a León porque ya no querían residir en una ciudad donde estaban estresados», asegura Álvarez. «En el pueblo se lleva mejor la pandemia y muchos leoneses quisieron también recuperar sus casas allí».

El anhelo de contar con una casa más cómoda y preparada empujó también al sector de los viveros de plantas y flores y aunque en los meses duros de la pandemia, coincidentes con la temporada alta en este negocio, debieron tirar ingentes cantidades de mercancía por falta de salida, el verano fue bueno y ganaron clientes hasta ahora no vistos por allí: jóvenes entre 20 y 25 años que «no sabían antes ni lo que era una planta; las redes sociales les han atraído hacia este mundo con los cactus y plantas verdes», ironiza Roberto Arias, de Viveros Cerecedo.

JUAN MANUEL VALLEJO

PRESIDENTE DE ALEOP (FELE)

El furor por las piscinas seguirá otro verano más a juzgar por los encargos de las empresas especializadas. Desde Piscinas Calpe, en Hospital de Órbigo, Ángel Calvo recalca que su negocio ha crecido un 50% y ha pasado de construir alrededor de 40 al año a 70. «Piensan que hay que olvidarse de salir a la calle y tener todo en casa, ven que este verano va a pasar lo mismo y quieren estar preparados; no quieren mezclarse con nadie en una piscina pública o de club privado». Ya no tienen hueco hasta septiembre. Una piscina de obra cuesta de media unos 20.000 euros.

Otro hábito que se afianzó durante el confinamiento fue el comercio digital, compras en Internet que se han multiplicado hasta el infinito. La adaptación del comercio tradicional a estas nuevas costumbres ha obligado a inversiones en tecnología en busca de supervivencia. «El cambio de paradigma del cliente hace necesario más márketing digital cuanta mayor crisis existe», detalla Óscar de la Huerga. «He captado un 60% más de interés en las tiendas para volcar su negocio on line, a la hora de preguntar cómo vender en la Red». Estudio de la Huerga ha visto crecer la facturación un 40% a través de la venta de tiendas on line, y códigos QR a la hostelería.

Con el comercio digital, el reparto de paquetería vive una expansión sin precedentes capaz de generar empleo y el nacimiento de nuevas empresas. En la primera ola, como narra el responsable de MRW en Ponferrada, Sigifredo Verdial, el negocio creció un 40% «con todos confinados en casa y sin poder salir a comprar». Al menos un 15% de ese aumento ha logrado mantenerse en el tiempo, señala. Sólo la capital leonesa y su alfoz suman ya más de 7.000 empleos ligados al sector logístico.

ROBERTO ARIAS

VIVEROS CERECEDO