Crimen de Cembranos
La acusada rechaza una prueba para ver si es víctima de violencia machista
Las psicólogas pretendían comprobar si es cierto que pudo actuar inducida por el varón
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La joven paraguaya sobre la que se centran las sospechas como principal implicada en la muerte violenta el pasado mes de marzo de una prostituta, compañera de profesión de la acusada, ha rechazado someterse a una entrevista semiestructurada, con la que las psicólogas pretendían corroborar si es cierto que como declara la investigada, actuó a instancias del otro sospechoso, que según ella la maltrataba y le provocó un miedo insuperable.
Las entrevistas semiestructuradas ofrecen al investigador un margen de maniobra considerable para sondear a los interrogados, además de mantener la estructura básica de la entrevista. Incluso si se trata de una conversación guiada entre investigadores y entrevistados, existe flexibilidad.
Gabriel Cueto, letrado defensor de la acusada, disculpó su actitud al considerar que la reclusa, interna en el Centro Penitenciario Provincial de Villahierro, se expresa en guaraní y no tiene el grado de confianza suficiente en el sistema como para responder a la prueba en unas condiciones adecuadas.
Razones
La joven niega que no quiera someterse a las pruebas, pero desconfía porque habla guaraní
De acuerdo a la versión del abogado, no se trata de un oposición a la propuesta, sino simplemente una reacción de desconfianza.
La causa está abierta por la muerte de una joven paraguaya de 20 años en la noche del 17 de marzo supuestamente a manos de la otra joven compatriota de 21 años, también prostituta de profesión, con la que había ingerido grandes dosis de alcohol y drogas en compañía de un varón leonés de 55 años, que también está acusado de los hechos aunque ahora ambos se atribuyen mutuamente la maniobra de asfixia que acabó con la vida de la víctima. El varón fue trasladado a la prisión de Topas en Salamanca, después de que surgiera una acusación de amenazas presentada por la sospechosa en su estancia en prisión.
La instrucción de la causa sigue abierta. Básicamente para corroborar qué hay de cierto en algunas de las manifestaciones que se recogieron la noche de autos. Si se trató de una reacción aislada a un momento de euforia desmedida o por el contrario podían darse condicionantes de celos entre las dos mujeres.
Sostenía la acusada que, debido al alto poder económico del otro sospechoso, se estaban produciendo episodios de supuesto amedrentamiento y presiones para que modifique los términos de su declaración y el relato de los hechos que presenta ante la jueza instructora, que decretó el traslado del otro sospechoso.