«El agua sabe a humo y nadie nos dice si se puede consumir o no»

La preocupación por la posible contaminación de los acuíferos en las zonas próximas al incendio crece con el paso de los días. Así lo cuentan vecinos de Filiel, que han confirmado que el Ayuntamiento de Lucillo ya ha repartido entre las casas agua embotellada para su consumo ya que el fuego ha podido afectar las captaciones de agua de las localidades más próximas.

Uno de los vecinos afirma que los problemas con el agua comenzaron el domingo, cuando empezaron a notar un sabor a humo al beberla. «No sabemos si es potable o no, nos han dicho nada, pero sí nos están suministrando agua embotellada por lo que entendemos que no», asgura una vecina. Para lo único que utilizan el agua para ducharse o limpiar, pero no para cocinar ni consumir. «No sabemos hasta cuando estaremos así ya que no nos informan de nada. De momento nos han dado cuatro garrafas de cinco litros, a ver qué pasa cuando se nos acaben», lamenta. Lo que todos coinciden en señalar que «cuando comenzó el incendio el día 23 tenía muy fácil su extinción pero no lo hicieron, les interesa que se queme con todos los proyectiles dentro», denuncian.