Los alcaldes piden que la Vía Trajana se promocione tanto como la Ruta Jacobea

Los alcaldes de las localidades de Calzada del Coto, Calzadilla de las Hermanillas y Mansilla de las Mulas se han unido para reclamar mejoras para la vía Trajana que cruza sus territorios. Amancio Herreros, Pablo Carbajal y Ramón Tuero consideran que existe un trato muy diferente respecto al camino francés y el romano. Los tres entienden que el primero cuenta con todos los parabienes, mientras que el otro, más antiguo, sufre el olvido. En el camino en dirección a Compostela desde Sahagún se puede ver una diferencia de trato a la altura de Calzada del Coto en dirección a Bercianos del Real Camino. Los alcaldes de las localidades de Calzada del Coto, Calzadilla y Mansilla de las Mulas han reivindicado recientemente una identidad para la vía Trajana realizando una marcha cicloturista en la que demandaron los servicios mínimos y dignos que a este trazado se le niegan desde hace años. Solicitudes Los representantes afectados demandan una identidad de esta calzada romana. «Cuanto menos solicitamos gozar de una señalización digna que aporte libertad y servicios al peregrino a la hora de decidir el trazado a seguir una vez que éste llega a la confluencia del punto en discordia». Solicitan una señalización digna y sin barreras, sin olvidarse de las necesidades de acondicionar todo el trayecto hasta llegar a Mansilla de las Mulas para encontrarse con el Camino Francés. Los alcaldes consideran preocupante comprobar cómo se difunde el trayecto a Compostela, mientras para el Francés se anuncian obras «faraónicas sin escatimar en nada a otros no menos dignos trazados que se les pretende sumir en la profundidad del olvido». La Diputación, La Junta y la Confederación Hidrográfica del Duero conocen la situación desde hace años. A la falta de señalización y dependencias en las que el peregrino goce de servicios dignos, se une la ocupación que la Calzada Romana lleva soportando desde hace años. Uno de los problemas A la altura del término de Reliegos, los peregrinos que realizan el camino en dirección a Compostela se ven sorprendidos por la ocupación que sufre esta calzada por las aguas de sobrante del canal de Payuelos, lo que les obliga a tomar decisiones que en ningún momento se ajustan a las necesidades de quien se encuentra caminando por la Calzada Romana. La única solución que encuentran los alcaldes es la de cruzar el camino existente bajo la cubierta de agua que se apodera del mismo transformándolo en un río de un caudal que no baja los 70 centímetros de profundidad de las aguas. Los pedáneos están dispuestos ha demandar un acondicionamiento y unas prestaciones mínimas ahora que están a punto de afrontar el próximo año Jacobeo. Solamente piden salvar el camino del caudal de las aguas y la dotación de servicios mínimos, como señalización y albergue, que consideran derechos propios.