Diario de León

CANSECO La asociación baraja cuatro identidades para los cuerpos de la fosa común

La ARMH exhumará esta semana a tres milicianos muertos en combate

Trabajos de exhumación de los restos. ARMH

Trabajos de exhumación de los restos. ARMH

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La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) llevará a cabo durante estos días la exhumación de tres milicianos del ejército popular muertos en combate días antes de que las tropas franquistas tomaran Canseco.

Según señala la asociación en un comunicado, los historiadores citan la entrada de los tropas sublevadas en Canseco y la zona de Villanueva del Pontedo el 20 de octubre del 1937. Los tres hombres cayeron muertos defendiendo el Gobierno republicano sobre el 15 de octubre de 1937.

La ARMH baraja cuatro posibles identidades de las víctimas, una vez recogidos los testimonios de las familias, vecinos y revisar los libros de defunciones del municipio de Cármenes.

El primero de los represaliados es Tomás Fernández Fernández, nacido el 12 de abril de 1906, casado y con tres hijos, que trabajaba como maquinista de ferrocarriles y estaba afiliado a la CNT. Tras la caída del frente norte de León, murió en acto de combate en Canseco, con 37 años. Su acta de defunción de 1939 data la muerte el 16 de octubre de 1937.

El segundo es Antonio Flórez González, vecino y natural de Peredilla de Gordón, nacido el 25 de mayo de 1905. Según el acta de defunción de 1979, su viuda data su muerte el 15 de octubre de 1937 y la inhumación de su cuerpo en Canseco.

El tercero es Pedro Antonio Gutiérrez Rodríguez, vecino y natural de Llombera de Gordón, nacido el 1 de diciembre de 1915. Según el acta de defunción de 1979, su familia data su muerte el 14 de octubre de 1937 «alcanzado por una bala en la guerra» y la inhumación de su cuerpo en Cármenes. Sus descendientes aseguran que está enterrado en Canseco.

El cuarto es Bienvenido Camporro Rodríguez, nacido en Riaño-Langreo, el 27 de julio de 1908, estaba casado y residía en Pueblo de Ablaña (Mieres) en el momento en que el ejército franquista entró en Asturias. Ese mismo año de 1937, había sido incorporado al Batallón Ferroviario, en el «Hachu»-Mieres. Murió en acto de combate en Canseco a los 28 años, según su familia, el 2 de octubre de 1937.

Hace varios años el hijo de Tomás Fernández contactó con la ARMH con el propósito de devolver los restos de su padre a Ciaño (Asturias) para descansar con los de su viuda.

Los últimos pasos del soldado asturiano poco antes de la caída del Frente Norte fueron plasmados en varias cartas dirigidas a su mujer, Carmina Fernández, y a su hijo desde Villanueva del Pontedo donde puntualmente informaba a su familia de los cambios de localización en el Batallón 249.

En el año 2012 la ARMH se puso en contacto con el presidente de la Junta Vecinal de Canseco, Javier Morán, donde este indicó el lugar exacto de la fosa común y comentó como los mayores de la localidad recordaban que los restos de los tres soldados fueron trasladados al cementerio a lomos de un burro.

El representante de la Junta Vecinal aseguró en su momento que la fosa siempre fue respetada por los vecinos y vecinas, ya que el día de difuntos siempre había una familia que depositaba un ramo de flores en la misma.

Los trabajos serán dirigidos por la arqueóloga asturiana, Arantxa Margolles y contará con un equipo de voluntarias y voluntarios llegados de varios puntos de la geografía española.

Colaborando en la recopilación de datos y testimonios orales, la ARMH contará con un grupo de estudiantes del programa de capacitación de verano de la Universidad California State University Monterey Bay, que dirige el profesor de Antropología Cultural Juan José Gutiérrez Álvarez, y que empezó a trabajar en León en 2012.

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