Una digitalización en 3D permite preservar el bosque fósil de Alejico

A. Domingo | Redacción

Lo que la erosión destruye queda para la posteridad en un modelo digital de alta definición en tres dimensiones (3D) y una planimetría terrestre, gracias a la labor de los geólogos Javier Fernández Lozano, de la Universidad de Salamanca (Usal), y Gabriel Gutiérrez-Alonso, de la Universidad Tomsk State, de Rusia. Ambos investigadores han realizado una planimetría terrestre y un modelo digital del bosque fosilizado de Alejico (Sabero), «uno de los mejores de Castilla y León y de España», señaló Fernández Lozano, afectado seriamente por la erosión. El yacimiento procede del Carbonífero Superior —con más de 300 millones de años— y existen afloramientos similares en Inglaterra y en Verdeña (Palencia), donde se han acondicionado para su visita.

Árbol Calamites preservado en un roca rica en hierro. J.F.L.

Tocón conservado en posición de crecimiento. J.F.L.

La revista internacional especializada Geoheritage publicaba esta semana el trabajo desarrollado por ambos científicos. El artículo concluye el interés de preservar el bosque fosilizado en formato digital por su interés científico y educativo, además del potencial turístico que encierra, y subraya la falta de protección que sufre el lugar. «Se encuentra cerca del parque de Picos de Europa, pero al no encontrarse en su interior carece de cualquier figura de protección», señaló el geólogo.

El yacimiento de Alejico se encuentra en una cantera de carbón y el estudio científico de Fernández Lozano, originario de la provincia, y Gutiérrez-Alonso puede ser el primero que se realiza del afloramiento. Los geólogos han consultado abundante bibliografía sobre la zona, que aborda la existencia de fósiles y la explotación del carbón.

La primera incursión de los geólogos en el bosque pétreo se produjo hace cinco años. Desde entonces se ha producido un evidente deterioro. El daño es mayor en los inviernos más duros, ya que al helarse el agua que se deposita en las grietas de la cantera se va destruyendo la roca y, con ésta, los restos de un bosque que se cubrió de sedimentos cuando aún existía, fenómeno que permite observar ahora troncos de árboles en posición de crecimiento, así como de otros ya caídos. «Nos aporta una importante información de la flora que existía entonces. Incluso se conserva la huella celular vegetal con una claridad que no se da en Verdeña, donde la resolución de los fósiles no tiene la misma calidad», expuso el geólogo leonés, que añade que los fenómenos geológicos posteriores han dejado también su huella en los fósiles, deformándolos.

Para exponer

Fernández Lozano no es ajeno a las dificultades que presenta la conservación del yacimiento. «Podría realizarse un molde en tres dimensiones con resinas y siliconas para que su exhibición posterior en algún museo o bien realizar otros más pequeños mediante impresión en tres dimensiones».

Las nuevas tecnologías han sido esenciales para estudiar el bosque fósil, situado en el banco de una cantera prácticamente vertical y, por tanto, de difícil acceso. El uso de drones ha permitido obtener el modelo digital y la planimetría, ya que a cinco o seis metros del suelo el estudio se antojaba más que complicado.

Fernández Lozano, destacó la importancia del patrimonio geológico leonés y aboga por su divulgación.