La Junta aboga por esperar hasta abril para valorar los efectos en el campo

El secretario general de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural en funciones, Eduardo Cabanillas, ha constatado los meses de «muy escasa pluviometría» que se han registrado en la comunidad autónoma de Castilla y León si bien ha abogado por esperar a la evolución de los meses marzo y abril para valorar los efectos en los cultivos y en los pastos.

Cabanillas, que participó ayer a través de videoconferencia en la Mesa de la Sequía, convocada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación con la presencia del resto de comunidades autónomas, para exponer la postura de Castilla y León sobre este asunto, ha abogado por hacer un seguimiento «muy cercano» tanto este mes como el siguiente para conocer más la evolución de la «posible seguía».

Dicho esto, ha recordado que la Junta de Castilla y León «siempre» ha actuado cuando ha habido periodos de sequía, tanto en colaboración con el Gobierno de la nación, como en solitario, como en la última la del año 2019.

A día de hoy, ha evidenciado la «escasez de pluviometría generalizada» que se vive en el país con «importantes déficits hídricos e hidrológicos» que afectan especialmente a la mitad sur de España y con previsiones de que pueda extenderse a la mitad norte, y, en concreto, a la cuenca del Duero.

Cabanillas ha aprovechado esta reunión para advertir de que el sector está inmerso también en un «problema importante», como es el incremento de los costes de producción, y que puede derivar en una menor producción, por lo que ha pedido a la Mesa de la Sequía que se analicen las «posibles medidas paliativas» para el sector agrícola, especialmente para el sector de producción de materias primas y para la ganadería.