El «Himno de la alegría» vuelve al reloj de la casa consistorial
El desgaste de los percutores del carillón obligó a anular hace aproximadamente dos años el toque que interpretaba
El actual reloj del Ayuntamiento se instaló a mediados del siglo XX.
Está contemplado en el prespuesto municipal aprobado hace una semana por el Pleno de la corporación municipal: 3.000 euros destinados a la reparación del reloj de la casa consistorial bañezana, un carillón con muy mala fama en la ciudad y más de medio siglo a sus espaldas, que hace alrdedor de dos años, explicó el alcalde, José Miguel Palazuelo, dejó de tocar el Himno de la alegría , melodía que interpretaba entera al llegar el mediodía y en parte a las horas en punto desde que se instaló.
«El desgaste de los percutores que golpean las campanas hacía que sonase mal, por lo que se dejaron los toques horarios», manifestó Palazuelo, que señaló que el reloj volverá a tocar como lo hizo siempre y que, aprovechando el trabajo, se realizará una ajuste general de la maquinaria.
La elección de la melodía para el carrillón municipal se produjo unos veinte años antes de que la Unión Europea eligiera el fragmento de la novena sinfomía de Beethoven como himno de los países que la componen, ya que la Comisión Europea eligió la obra en el año 1972.
El mantenimiento habitual. Cabe destacar que el mantenimiento del reloj del consitorio lo ha realizado desde 1986 el relojero bañezano Maximino Fernández, de manera altruista. Desde marzo del 2005 esta tarea la lleva a cabo aun estando jubilado. Al terminar su vida laboral en activo, el Ayuntamiento de La Bañeza dedicó un pequeño homenaje a Fernández, con la entrega de una placa en reconocimiento por los servicios prestados a la ciudad.