Piden ‘blindar’ los montes de León en donde vive el 80% de los 290 urogallos cantábricos

Los bosques de Castilla y León, Asturias y Cantabria acogen alrededor de 290 ejemplares de urogallo cantábrico, según un estudio presentado ayer en un foro digital en el que participaron expertos del Consejo de Administración Forestal (FSC), SEO/BirdLife y la Fundación Biodiversidad.

Además, el 80% de los individuos están localizados en la provincia de León, concretamente en las zonas de Alto Sil y Omaña, mientras que el resto se encuentran entre Degaña y Cangas del Narcea. Es precisamente en estas dos localidades asturianas donde FSC ha llevado a cabo un proyecto pionero que ha consistido en realizar trabajos silvícolas específicos para cuidar su ecosistema y potenciar la conectividad de las zonas donde vive el urogallo, declarado en situación crítica de extinción desde el año 2015.

En este sentido, el responsable de especies amenazadas de SEO/Birdlife, Nicolás López, reclamó tomar medidas urgentes en la provincia de León, para «salvar al mayor reducto de urogallos que queda en la Cordillera Cantábrica», que pasarían porque las administraciones competentes en la gestión de al especie, como la Junta de Castilla y León, «compren los montes donde residen las poblaciones y los blinden para asegurar su supervivencia».

En este sentido, explica que «son lugares muy localizados donde hay que llevar a cabo medidas urgentes para evitar su desaparición, que no necesariamente pasan por el control de depredadores, como el que actualmente se está acometiendo sin ningún tipo de rigor científico», asegura López que considera imprescindible que se limite todo tipo de actividades cinegéticas, deportivas y de todo tipo cerca de los cantaderos.

López reclama «un cambio de perspectiva», ya que, a su juicio, «tanto la gente de fuera de la zona como los locales deben entender que se encuentran en un espacio natural protegido».

El responsable de especies amenazadas de Seo enfatizó en los riesgos para el urogallo, como «la proliferación de vías eléctricas, que aumenta su mortalidad», o las explotaciones mineras a cielo abierto, que afectan a su ecosistema.

Por ello, es «urgente» fijar nuevas estrategias por parte de la Administración, incluido un plan específico de recuperación de la especie porque, ha afirmado, «mientras quede una población mínima viable, lucharemos por su conservación».

Estrategia nacional «obsoleta»

En este sentido, exigió que se actualice la actual estrategia nacional para la conservación del urogallo cantábrico por parte del Gobierno de España, ya que data de 2004, y debería ser revisado cada 10 años, «por lo que están obsoletos». Por otra parte, destacó que «es importante que las pocas comunidades autónomas que todavía cuentan con poblaciones de urogallo en España elaboren y aprueben los preceptivos y obligatorios planes de recuperación de la especie para que se destinen recursos y se implementen medidas de conservación efectivas que garanticen la supervivencia de los últimos urogallos y reviertan la actual situación».

López espera que el nuevo centro de cría en cautividad que durante estos meses se va a poner en marcha en Valsemana sea realmente efectivo, «no como el de Sobrescorbio, en Asturias, donde a pesar de las millonarias inversiones no se han conseguido sacar ni un pollo adelante en los últimos 20 años, y encima se han retirado del medio natural huevos para nada».

Para conseguir revertir la situación del urogallo, el responsable de Seo considera necesario escuchar a los científicos. «Tanto en la Universidad de Oviedo como en la de León tenemos a los más expertos en urogallos del momento a los que no se está teniendo en cuenta para llevar a cabo ningún tipo de actuación como las que ahora mismo precisa la especie», lamenta.