La torre vislumbra su salvación

Lo venía pidiendo a gritos para no venirse abajo y ya vislumbra su salvación. Hace apenas unas semanas comenzaron las obras de rehabilitación de la torre de Castilfalé. Una maraña de andamios circunda hoy la vetusta construcción. Se trata de una torre de tapial y ladrillo que en su momento debió formar de una iglesia que unos estudiosos dicen que estuvo dedicada a Santa Isabel y otros al Salvador, sin evidencias claras de una cosa u otra. Lo cierto es que, con el paso de los años, se ha convertido en uno de los emblemas del pueblo, ubicada en una privilegiada atalaya desde la que se vislumbra gran parte de la comarca de los Oteros.

El Ayuntamiento de Castilfalé, dirigido desde la alcaldía por Purificación del Valle, no se resistía a que se derrumbara dado su avanzado estado de deterioro y tomó cartas en el asunto. Primero para que no se cayera y luego para construir en su interior un mirador aprovechando su magnífica localización en un alto desde el que deleitarse con los inmensos campos de toda la comarca.

La inversión total superará los 200.000 euros, pero dadas las limitaciones económicas de un pequeño Ayuntamiento como el de Castilfalé, acometerán la rehabilitación por fases. Este mismo año se invertirán más de 100.000 euros. De ellos, 51.000 llegan desde la Diputación de León con cargo al Plan de Cooperación Municipal 2020. Y otros 51.000 los pondrá la Junta de Castilla y León. El resto, hasta su total recuperación, se realizará en años posteriores.

Según se explica en el proyecto redactado por el arquitecto Ramón Cañas Aparicio, esta primera fase, cuyas obras ya han comenzado, consistirá en la preservación de la torre con el fin de consolidar la estructura y las paredes de tapial y ladrillo.