2021, el año de la humanización

Empieza 2021 y con esta nueva cifra llega la necesidad de que vuelva la «normalidad» a nuestras vidas. Normalidad, que palabra tan curiosa, tan odiada meses atrás, haciendo referencia a rutina, aburrimiento... y tan necesaria ahora. Echando la vista atrás, 2020 nos dejó muchísimas noticias negativas, obvias, no merece la pena volver a ellas. Pero debemos recordar los puntos positivos que si debemos remarcar. De forma global, se calcula que las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera debidas a las actividades humanas descendieron un 41%. Es un golpe de efecto terrible para todos los que veían imposible bajar el ritmo de producción de industrias, minimizar los desplazamientos innecesarios, potenciar el teletrabajo... Un nuevo modelo productivo ha llegado para quedarse, y el Medio Ambiente nos lo va a agradecer.

Esta nueva forma de «producir» no solo va a tener efectos positivos para el Planeta, si no que también nos está obligando a humanizarnos, a volver a vivir nuestros hogares, a reencontrarnos con esas personas con las que compartimos vida... En resumen, a tener algo más de tiempo para dedicarnos a lo que de verdad importa, nuestro núcleo. La vida con prisas, acelerada, perdiendo tiempo en atascos, horarios infumables, reuniones interminables, viajes innecesarios... no es la vida real. Se puede seguir manteniendo la actividad económica de un país produciendo siguiendo criterios de racionalidad y humanización. Priorizar lo que realmente importa.

¿Era necesario leer hoy la noticia de que trabajadores del grupo Inditex tuvieron que dormir en el suelo de sus tiendas de Madrid entre cartones porque «alguien» decidió que aún y sabiendo que llegaba una nevada histórica a la capital era necesario cerrar a la hora establecida? Esos trabajadores no son números, son personas, con familias esperando en casa, con necesidades, inquietudes, miedos... ¿Era necesario cumplir el horario habitual? ¿Cuántas ventas se habrían perdido si se hubiera humanizado la decisión cerrando las tiendas antes? ¿Mereció la pena? ¿Alguien del grupo va a cuantificar esa decisión? Señores, humanicemos, racionalicemos... Sin duda, es imprescindible plantear este 2021 desde un punto de vista distinto, inspirémonos en el tan de moda «slow life», centrándonos en humanizar todas y cada una de nuestras decisiones. Y esa humanización a nivel laboral sin duda conllevará una humanización global del Planeta, que falta nos hace. 2021, te esperamos con ganas. Desde la Ventana a Babia estamos deseando vivirte al máximo