¿Cómo son los leoneses en la cama?

gonzález gonzález | león

«Los leoneses somos muy ‘caserines’, yo por lo menos: mejor en casa calentín que por ahí pelando frío», dice Martín Rubio. «Tampoco voy mucho al sex shop, soy algo tradicional. Y mi postura favorita... la que más le guste a ella».

¿Cómo creen que son los leoneses en la cama? Es complejo calificar el comportamiento de todos los habitantes de la ciudad pero sí se pueden explicar algunos datos que alumbran la incógnita. Casados, solteros, gays o lesbianas, acuden a tiendas eróticas con mayor o menor frecuencia y en busca de juguetes con los que poder disfrutar. Ya sea en la intimidad o en gustosa compañía.

Ellos son más tímidos a la hora de pedir consejo a diferencia de ellas, que además de afrontarlo con mayor naturalidad están mucho mejor informadas que los hombres. En cuanto a las dificultades las más comunes entre los leoneses son los problemas de eyaculación —ya sea precoz o retardada— y el bajo apetito sexual. Y las mujeres de León suelen ir a terapia para afrontar la anorgasmia y también para incrementar su deseo sexual. Desde la clínica Psicosan afirman que estas terapias «funcionan muy bien» y que en cuestión de tres o cuatro meses —entre 10 y 15 consultas—los problemas se han resuelto. El comerciante Cristóbal Rubio, la sexóloga Laura Beltrán y el psicólogo Luis Méndez ayudan a matizar los hábitos sexuales de la gente de León.

Cristóbal Rubio inauguró hace 17 años su negocio y aunque tuvo una época muy buena ahora «la cosa está bastante floja con el tema de la crisis e Internet». Su tienda Sex Shop Way Up —ubicada entre los barrios de Santana y El Egido— es el último sex shop que queda en León. En él los clientes pueden encontrar desde juguetes eróticos —vibradores, bolas chinas, etc.— hasta preservativos y lubricantes, aceites de masaje, lencería o películas pornográficas. La afluencia de público no distingue de sexos, según afirma Héctor.

«Hombres y mujeres entran por igual. Aunque como tengo pornografía y cabinas quizás sí que entra algún hombre más». Entre los leoneses los productos más reclamados son los masturbadores, confiesa. Las leonesas optan más por los consoladores. Sin embargo tanto ellos como ellas se divierten más juntos: «mucho de lo que se compra es para jugar en pareja». Quienes acuden al sex shop suelen repetir, cuenta el comerciante, que recalca la importancia de tratar bien a los clientes y sobretodo «aconsejarles bien». ¿Y quiénes son más tímidos a la hora de pedir consejo, ellas o ellos? La respuesta la tiene Cristóbal. «Muchos hombres, porque somos así, entran, les ofreces tu ayuda y dicen ‘no no, tranquilo’ y al final salen de mi tienda y se han llevado algo que no querían o incluso que ni es para ellos». Las mujeres en cambio suelen preguntar con más frecuencia, observan los mostradores con mayor sosiego y saben mejor lo que quieren. Héctor destaca además que la mujer “está muchísimo mejor informada en temas sexuales, en general”.

Laura Beltrán Prieto es sexóloga en la Clínica Psyteco. Desde 1993 ofrecen servicios de terapia sexual ante «todo tipo de dificultades».

Y, ¿qué problemas tienen los leoneses en la cama? Según Laura los hombres acuden sobre todo por tener un «bajo apetito sexual, disfunción erectil y dificultades de eyaculación, ya sea eyaculación precoz, que es más frecuente, como eyaculación retardada, que también hay algunos casos». Ellas en cambio necesitan de terapias para paliar el «bajo deseo que tienen y sobre todo la anorgasmia, que es la incapacidad para obtener orgasmos durante el coito», afirma la sexóloga. Señala también que en los últimos años hay una «menor reticencia» a la hora de plantear una dificultad y que a menudo personas de todas las edades y estados civiles acuden a informarse. «Además últimamente la gente más joven también acude reclamando asesoramiento ante cualquier duda, cosa que antes no se veía y que es síntoma de que en España la educación sexual que se imparte es bastante pobre”, concluye.