«Forcano desafió en León la moral franquista con las fotos de Tilsa»

Los catálogos de moda que Eugeni Forcano (Canet de Mar 1926-2018) realizó en colaboración con la fábrica Tilsa (Textil Industrial Leonesa, S.A.) entre 1968 y 1970 forman parte de «lo más innovador de su corpus de fotografía y lo más desconocido», explica Coline Aubert.

La investigadora francesa es la autora de la tesis Trayectoire (s) d’Eugeni Forcano: La vie au vol 1960-1996 (Trayectoria (s) de Eugeni Forcano: La vida al vuelo (1960-1996)). Fue una sorpresa encontrarse con la obra de Forcano en León, una pequeña ciudad del noroeste de España en la que, en plena dictadura de Franco, unas modelos fueron retratadas subidas en la verja de Catedral en minifalda y con planos en contrapicado.

«En osada competencia con las esculturas góticas», presenta a las modelos con la ropa que marca la tendencia moderna con la que se quiere identificar la marca Tilsa y «Forcano se libera de los códigos y se arriesga ofreciendo este plano con el que juega con los límites marcados por la moral franquista».

Una de las fotografías del catálogo de Tilsa en la mina de Santa Lucía. EUGENI FORCANO

Coline Aubert señala que el fotógrafo «no elige al azar» el escenario de la Catedral, no tanto por hacer promoción del monumento como en «hacer evolucionar a su modelo en un universo donde la moralidad no permite llevar tal atuendo y reflejar esta imagen de la mujer». Las fotos aparecieron en el primer catálogo de Tilsa, escaparate comercial de la moda que esta empresa auspicida por el Banco Industrial de León fabricaba en León. No fue casualidad que Forcano llegara a León.

Tilsa había comprado en Cataluña la maquinaria para hacer prendas de punto y de allí vinieron los cuadros y técnicos. El primer director, José Riba Marsal, había estudiado en la Escuela de Ingeniería Textil de Punto de Canet de Mar y se casó en la ciudad, donde conoció y entabló amistad con Forcano.

El fotógrafo eligió el patrimonio histórico de León —Catedral, Cerca Medieval y el recién inaugurado parador de San Marcos— como escenarios para fotografiar a las modelos con la ropa que Tilsa iba a lanzar para colección primavera-verano 1968. El Camino de Santiago y el santuario de La Virgen del Camino, obra también reciente, sirvieron de marco al catálogo.

El campo leonés, otro escenario de la moda Tilsa. E. FORCANO

«La innovación de incluir la moda en el realismo social es algo que hay que destacar, pero que pero que casi nadie conoce», comenta Coline Aubert. La investigadora se detiene en otra fotografía en la que las modelos posan en la sala capitular de San Marcos. «Vuelve a explotar esta discrepancia entre la actitud, esta vez cándida, de las mujeres y el lugar».

La elección del blanco y negro para algunas de las fotos de los catálogos, como sucede en San Marcos, la Catedral y la mina, «es sorprendente y personal. No es habitual promocionar prendas de moda en blanco y negro en España, en un momento en el que el color goza de gran popularidad».

Para los siguientes dos catálogos de Tilsa, Forcano y Riba eligieron la vida rural y la mina y, por último, la moderna fábrica levantada en la carretera de Vilecha (sobre los terrenos que hoy ocupa Mercaleón) y que llegó a emplear a 500 personas al mismo tiempo, casi todas mujeres.

«Estos tres catálogos de Tilsa revelan la personalidad artística de Forcano y nos permiten afirmar su compromiso contra la corrección política, a favor de la provocación moral, y del compromiso con la liberación de la mujer», subraya.

Forcano visualiza «una imagen nueva de la mujer en España, con la aportación de la moda de los años 60 que venía de Francia e Inglaterra. «Las colecciones que se ofrecen son audaces y abogan por la afirmación de la mujer libre. Las faldas son cortas y coloridas y los suéteres de punto están diseñados en torno a la repetición de formas geométricas», señala Aubert.

El último catálogo se desarrolla en la fábrica leonesa.  E. FORCANO

Los catálogos «recuerdan al Chelsea Look de Mary Quant», observa Aubert. Forcano retrata en León a «la mujer que representa la liberación, que se atreve a feminizarse y provocarse». Así lo ve claramente en «las modelos de la Catedral, fotografiadas en contrapicado, con acceso visual a las piernas de las mujeres en plena dictadura».

Forcano contó en su día a este periódico que no pidió permiso para hacer estas fotos, a sabiendas de que se lo habrían negado, pero recibió la queja airada de la madre de un gobernador militar. La vinculación de la fábrica con hombres poderosos del régimen le evitó la reprimenda.

Coline Aubert conoció la obra de Eugeni Forcano a través de su directora de tesis, Mm. Manuelle Pelloille, en la Universidad de Angiers. «Trabajé sobre la obra de Agustín Centelles y estaba buscando un tema nuevo. Mi directora de tesis me habló de Forcano y he estado siete años sobre ello».

«Me emocionó su fotografía en blanco y negro. El humor, la simpatía, la mirada hacia lo humano y los temas que elegía para la fotografía», explica. Habla del primer Forcano, el que captó «la vida al vuelo» de un país en transformación y lleno de contrastes en los años 60-70.

En las fotografías en blanco y negro de esta etapa encontró «una mirada orientada hacia las personas desconocidas, las más pobres y destacando siempre la miseria, en plena dictadura, en una etapa marcada por el desarrollo económico y con la religión omnipresente», explica

Le llamó la atención la falta de estudios sobre la obra de este fotógrafo excepcional, que tuvo su desafío final en descubrir el azar a través de la luz. El talento de Forcano fue reconocido en 2012 con el Premio Nacional de Fotografía, pero ha quedado como un verso suelto y casi desconocido. El hecho de no haber formado parte de grupos como Afal, unido a la escasa valoración que la fotografía ha tenido en España, en comparación con el trato que se le da en Francia, tampoco han beneficiado la visibilidad de Forcano.

La Textil Industrial Leonesa, S. A. (Tilsa) había echado a andar dos años antes en una humilde fábrica de la calle La Serna y estaba a punto de inaugurar unas modernas instalaciones en la carretera de Vilecha. En lo que actualmente es Mercaleón se levantó una fábrica modélica con capital del Banco Industrial de León.

La obra de Forcano en Tilsa fue rescatada en León a través de la exposición Tilsa&Forcano promovida por la Escuela de Moda Liper y Aldimo con la colaboración del Museo de León y la Diputación de León. Medio centenar de fotografías fueron expuestas entre diciembre de 2015 y febrero de 2016. Mediante crowfounding se editó el catálogo Tilsa&Forcano a través del cual Coline Aubert descubrió la «provocadora» obra del fotógrafo en las expediciones que hizo a León en los años 60.

Las producciones de moda son en parte responsables de que el fotógrafo de Canet de Mar cayera más el olvido. Coline Aubert espera que su tesis «favorezca la visibilidad de la obra de Forcano» y su valoración dentro y fuera de España.