Diario de León

Concienciación, buenos alimentos y ejercicio

Piden atención psicológica para afrontar un trasplante

En el Día Mundial del Riñón, que se conmemora hoy, los pacientes con enfermedad renal alertan sobre los malos hábitos que perjudican a este órgano. 400 personas necesitan diálisis en la provincia.

Juan Antonio Iglesias, María Jesús Ferreras y Vicente Velasco, ayer en la sede de Alcer en León. MARCIANO PÉREZ

Juan Antonio Iglesias, María Jesús Ferreras y Vicente Velasco, ayer en la sede de Alcer en León. MARCIANO PÉREZ

León

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Tabaco, diabetes, herencia familiar, hipertensión, colesterol, triglicerídos, sobrepeso...La Sociedad Española de Nefrología conmemora hoy el Día Mundial del Riñón bajo el lema Salud renal para todos que pretende concienciar de la necesidad de cuidar los riñones con hábitos saludables, una buena alimentación y un mayor conocimiento de los primeros síntomas que alertan de un fallo renal. Los especialistas tienen claro los factores de riesgo, pero no todos los pacientes cumplen con los criterios generales.

María Jesús Ferreras tiene 49 años. Tres trasplantes de riñón fallidos la obligan a someterse a diálisis tres veces a la semana. A los 18 años empezó con los primeros síntomas y no fue hasta los 24 cuando le detectaron que sus riñones pararon su desarrollo y no correspondían con su edad biológica. «Llevo tres trasplantes de riñón y 26 años de diálisis. Un trasplante falló por una negligencia médica, otro por un rechazo y el tercero porque que me detectaron Beca, un virus que suele afectar a los riñones trasplantados debido a toda la medicación que tomamos». María Jesús cree que a las personas que tienen que someterse a un trasplante de riñón deberían pasar antes por un tratamiento psicológico, una petición que respalda Vicente Velasco, otro leonés trasplantado, y el tesorero de la Asociación para la Lucha de las Enfermedades Renales de León (Alcer), Juan Antonio Iglesias.

Diálisis

Cuatrocientas personas necesitan diálisis de sangre en León por una enfermedad renal crónica

María Jesús pone el acento en los cambios corporales que surgen tras un trasplante de riñón y que motivaron que en su caso tuviera que pedir asistencia psicológica privada. «Estuve 18 años esperando por un donante compatible. Nadie te mira psicológicamente si puedes soportar las consecuencias de un trasplante porque los primeros años cambia tu físico. Te hinchas y te sale vello. Yo entré en una depresión por una medicación. Ahora la medicación ha mejorado mucho, pero hay que estar muy preparado para afrontar todos esos cambios».

Vicente Velasco se ha sometido ya a dos trasplantes. «El primero me lo hicieron con 23 años y duró 20 años. El segundo me lo trasplantaron hace cinco años y no fue tan bien como el primero. Tuve muchos problemas ya en la operación, estuve en la UCI 35 días y cuatro meses ingresado. Es una operación larga y dura y tienes que encontrarte bien de resistencia. El nuevo riñón no va bien y está al 18% de su capacidad. En Hematología me detectaron una mutación de un gen, el MyH9, que provoca problemas en la sangre, en la retina y en el oído. Necesitamos muchos controles».

A Juan Antonio Iglesias, tesorero de Alcer, los riñones le dejaron de funcionar poco a poco «y lo asociaron a la enfermedad de Grover, que provoca que los riñones se sequen, por decirlo de una manera coloquial». En su caso, el trasplante que le hicieron hace seis años le permite llevar una buena calidad de vida.

Los tres han superado el covid. María Jesús se infectó en marzo de 2020, al principio de la pandemia. «Tardaron 10 días en hacerme una PCR y me detectaron neumonía. No tenía miedo, lo sentía más por si contagiaba a mi familia o mis compañeros. Me he puesto dos vacunas porque entre los efectos secundarios tuve un trombo en el brazo donde me hacía la diálisis, así que la tercera no me la he puesto».

A Vicente Velasco lo atendieron por teléfono. «También lo cogí al principio de la pandemia. Tuve dolores de cabeza, pero no me hicieron ninguna prueba. Lo pasé en mi casa».

Juan Antonio Iglesias se infectó en abril de 2020. «Estuve ingresado siete días con neumonía bilateral. Me pusieron una medicación específica para la que necesitaban retirar los inmunosupresores que tomo para el trasplante de riñón y me pusieron cortisona. Cuando salí tenía el riñón mejor en los niveles de filtración y creatina. Yo me he puesto tres vacunas y dudo si ponerme la cuarta dosis. Cada vez que me han pinchado he pasado tres o cuatro días fastidiado con fiebre, así que ahora tengo dudas. Yo pasé el virus ya».

Concienciación

La asociación sacará hoy una mesa informativa a la calle en Ordoño II para informar de los riesgos de la enfermedad renal. Entre los consejos está el cuidado de la alimentación, con una dieta que sea pobre en potasio, sodio o fósforo, así como la necesidad de beber mucha agua.

En la provincia de León hay 400 personas que necesitan diálisis de sangre por problemas renales.

«A pesar de afectar a una parte cada vez más importante de la población (entre un 10-15% de la población adulta) y tener un gran impacto en la expectativa de supervivencia y calidad de vida de los pacientes, la enfermedad renal crónica es poco conocida para la mayoría de la sociedad. Es un grave problema de salud pública que sigue creciendo y que se conoce como la epidemia silenciosa porque su diagnóstico suele ser tardío, cuando la enfermedad ya se encuentra en fases avanzadas», explica la presidenta de la Sociedad Española de Nefrología, Patricia de Sequera en un comunicado enviado a la redacción por la Asociación para la Lucha de las Enfermedades Renales de León.

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