El uniforme

Pues ahora va el vice Iglesias y también le parecen mal los uniformes militares. Lo ha personalizado metiéndose, como no con el rey Felipe VI. Eso es un sin vivir. Pero él, el vice, sigue erre que erre, lo que demuestra una característica de perro de presa; como agarre una víctima no hay forma de que la suelte. En fin que este ejemplar, casi único en su especie, sigue dispuesto a seguir en sus trece. ¡Qué constancia para unas cosas y qué dejadez para otras. Pero ¿quien tiene el poder? Pues entonces poco que hacer, por ahora...

Sí creo necesario un pensamiento interno, una reflexión, sobre lo que estamos viviendo con esta pandemia que ya parece de la familia. Opinión muy personal pero no única es que la gente está cansada. Primero se cansó de la convivencia con el coronavirus pero más tarde y eso es importante se ha cansado, está harta, de la forma de gestionar la dramática situación que nos ha tocado vivir.

Si lo pensamos despacio pero en profundidad, la cantidad de errores, equivocaciones y gestiones puntuales, mal hechas es de tal categoría que avergonzarse de ello es poco. No quiero olvidar al enorme cantidad de mentiras que cada día y durante todos los días, nos disparan los medios de comunicación afines para intentar salvar lo que a ojos del más tonto del pueblo es absolutamente insalvable. Ocurre que la consigna es, por parte de los gobernantes, abrir el paraguas y aguantar el chaparrón.

¿Quién tiene la culpa de la situación que estamos viviendo? Por supuesto quien la gestiona; está claro. Pero doy desde aquí un tirón de orejas importante a la oposición. Antes se decía leal oposición. La oposición no tiene que ser leal, eso es una frase hecha, la oposición tiene que ser, sobre todo, eficaz y eficiente. Lo demás es agua de borrajas.

Pero para ello, para llegar a esa eficacia, es primordial estar unidos. Unidos en lo primordial, en lo importante, en lo que sea bueno para nuestro país. Y de esa manera presentarse ante el ciudadano. Y eso, desgraciadamente, no es lo que estamos viviendo. La oposición ha decidido ir cada uno por su camino y, queramos o no, las consecuencias son las que estamos viviendo. Y, claro, el gobierno encantado por esa no coalición de su oposición.

No nos engañemos, la culpa en estos momentos, no debemos ya adjudicarla a los gobernantes. La culpa sin ninguna duda está en la oposición.

¿Cuantas veces el sr. Casado o la sra. Arrimadas o el sr. Abascal, le han dicho en sesión parlamentaria o en cualquier sesión, «sr. Sánchez, míreme a los ojos y conteste a esta pregunta que le hago, pero míreme a los ojos». ¿Cuantas veces? Sencillamente ninguna. ¿Cuantas veces los partidos de derechas, han sido claros y han dicho «vamos a unirnos y quitamos a ese señor del poder?» Pues por los resultados obtenidos, ninguna. Y así, perdón, no vamos a ninguna parte.

Estamos, todo el país lo sabe, batiendo marcas de ingresos, de contagios y lo que es mucho peor, de muertes. Esto no es un juego para que nos den el rollo de las cifras, (algunas envueltas en mentiras), cada noche en los informativos. Esto es mucho más serio.

Y en medio de todo esto, aparece el coletas y dice con toda tranquilidad pero con toda firmeza, que no le gustan los uniformes militares. ¿Se referirá este hombre a los uniformes militares de Chaves o de Maduro? No creo....

Pues este señor es el que tiene responsabilidades y muy importantes en el CNI de España ¿es posible que a nosotros como país, nos ocurran estas cosas? La contestación es sí. Tengo la impresión absolutamente personal y por tanto susceptible de equivocación que este virus, es posible que nos haya traído algo positivo y no es otra cosa que, de ahora en adelante, el ciudadano, va a pensarse muy mucho la forma de votar. Olvídense de lo de antes. Nada va a ser igual. Ni siquiera Tezanos. El ciudadano ha pasado por una experiencia que tiene mucho más valor que cualquier máster y seguro que pondrá todo su empeño en no cometer errores que, al final tendrá, como se demostrará con esta pandemia, que pagar él las consecuencias.

Por eso mi reflexión profunda es que teniendo delante lo que tenemos, a un hombre del Gobierno de España no le gustan los uniformes militares. A mi si.