Los latidos del miedo
Os hablan de escuchar unos latidos y os morís de miedo. Lanzáis toda vuestra artillería gubernamental contra los que lo proponen. ¿Pero por qué? ¿Qué importa que vibren o no un montón de células. ¿No decís que el feto es eso?: Unas cuantas células?
Me importa un bledo quien lo ha propuesto y si la forma de hacerlo ha sido correcta, proporcionada o desproporcionada, intencionada políticamente ó no. Lo que ha quedado claro es que os ha puesto en el disparador. ¡Vaya nervios..! Pero... ¿por qué?...
¿No será que estáis en contra de toda información que no sea la vuestra o la que a vosotros os interesa?, porque la interrupción voluntaria del embarazo es una intervención quirúrgica y hasta donde sabemos todos, en este país, una intervención quirúrgica precisa de una información y de un consentimiento.
¿Les suena lo del consentimiento informado?. Sin embargo para interrumpir voluntariamente un embarazo parece que no se debe dar tanta información. Pero ¿por qué?...Si te sometes a una intervención quirúrgica, como paciente, estás muy interesado en que te hagan todas las pruebas que ayuden a clarificar la enfermedad: Ecografias, analíticas, radiografías, escáner etc, etc. Sin embargo, para la interrupción voluntaria del embarazo os parece mal que se haga una ecografía 5D que permite una visión más definida y exacta de ese montón de células que llamamos feto. ¿Pero por qué?
Decís que no se respeta la libertad de las mujeres con toda esta información. O sea, que ahora resulta que la mucha información va en contra de la libertad. ¡No me lo puedo creer...! ¡Vosotros que en mi juventud manteníais a capa y espada aquel eslogan de tanta pegada: ¡Más libros = Más libres!
¿No será que solo es bueno ver, leer y escuchar lo que queráis vosotros? ¡Pues como para crear un Ministerio de la verdad estamos en este país...!Veréis, vuestro problema no es la ultraderecha, ni siquiera es Vox (aclaro que yo no soy de Vox, por si acaso), vuestro problema es que la simple lógica, la simple razón, no se lleva bien, no encaja, con vuestros «irrefutables» postulados ideológicos. Y eso, es lo que os pone tan nerviosos.... o quizás histéricos.