«Con el aire del Bierzo tengo oxígeno para un año político que será duro»

En Balouta luce un sol limpio. Nos encontramos con el destacado político catalán en su casa familiar y la entrevista discurre sobre una mesa de tosca pizarra situada en lo que en su día se intuye que fue un huerto. Daniel Fernández tiene en sus manos un ensayo literario que firma junto al historiador Joaquím Coll.

-El título de su libro no infunde dudas: «A favor de España y del catalanismo».

-Pues sí, es un ensayo histórico-político a favor del proyecto de la España plural y, por tanto, frente a dos adversarios de este proyecto, que son el nacionalismo e independentismo catalán; y luego lo que podíamos denominar el neocentralismo de la España uniforme que representa el Partido Popular. Los dos se alimentan mutuamente y suponen dos formas de regresión respecto a la historia del estado de las autonomías.

-¿Se puede decir que usted es la voz de Montilla en el Congreso, en Madrid?

-Se puede decir que Montilla tiene muchas voces en Madrid y en la política española, y evidentemente yo soy una de ellas.

-Sus raíces son de aquí, sus padres son de Balouta.

-Toda mi familia es de Balouta, que emigró en varias generaciones a Cataluña en los años veinte y en los sesenta. Y hemos mantenido aquí a parte de la familia y muchas raíces.

-Y esas raíces bercianas y su espíritu singular, diferenciador del de Ancares ¿Se puede intuir o detectar en su batalla política con el Estatut?

-El Estatut es un intento de fortalecer una España plural pero desde el reconocimiento de la diversidad lingüística, cultural, en el cual Cataluña tiene un papel fundamental. Y le diré que en este pueblo en el que estamos, Balouta, es un pequeño ejemplo de laboratorio. Porque la gente de aquí y de esta zona, son leoneses, se sienten leoneses y al mismo tiempo hablan gallego y tienen una influencia muy relevante de la cultura asturiana. Es un pequeño laboratorio de cómo las identidades no son homogéneas, son plurales, son diversas. Hay diversos acentos. Y esa riqueza y diversidad que se da en un pequeño pueblo como Balouta del Bierzo y de León, a otros niveles se dan en el conjunto de España o en un mundo cada vez más global.

-Ese laboratorio de Balouta, ¿Tiene su pequeño reflejo en su gestión del Estatut?

-En el sentido de que el Estatut es una apuesta por fortalecer el autogobierno de Cataluña en el marco de un proyecto común de España pues puede tener relación. No se me había ocurrido ligar una cosa con la otra. La experiencia concreta sí que ha sido útil para eso.

-¿Se puede decir que usted es un típico o atípico nacionalista catalán?

-Yo no soy nacionalista. Yo me defino como catalanista en el sentido en que creo que es necesario fortalecer el autogobierno de Cataluña, defender su lengua y su cultura específica; pero creo en una Cataluña plural y creo y defiendo un catalanismo que al mismo tiempo es un catalanismo comprometido con España. Y este catalanismo mayoritario en Cataluña, que ha escrito más páginas hablando de España que de Cataluña, entra en contradicción con un nacionalismo que dada vez más ha elegido una senda soberanista e incluso independentista. Practico un socialismo catalanista que no es nacionalista.

-Leí su intervención en el último debate sobre el Estado de la Nación con el Estatut, ¿Quién le da más guerra, Zapatero o los diputados de CiU?

-No, no. Zapatero no me da ninguna guerra. La España plural de Zapatero es el mejor antídoto contra los nacionalismos. Sí es cierto que, como diputado de la mayoría socialista hago una labor de fortalecer el proyecto gubernamental que lidera Zapatero y no tenemos ningún problema en buscar aliados a través del diálogo, alianzas y con todos los grupos.

-¿Sigue pensando que la España federal no es utopía?

-No sólo no es una utopía, sino que el modelo actual del estado de las autonomías es, en muchas características, un modelo federal. El estado actual, con un desarrollo pleno de los estatutos, incluido el catalán, y espero que algún día con una reforma del Senado para convertirlo en una cámara territorial y federal se asemejaría mucho a cualquier modelo de estado federal. La España federal no es una utopía, está mucho más cercano de lo que algunos pretenden.

-¿Conoce la realidad administrativa del Bierzo, el Consejo Comarcal?

-Conozco que es excepción en Castilla y León, como única comarca reconocida con su estatus jurídico y administrativo.

-Dicen los socialistas bercianos que el modelo de aquí podría verse reflejado en las veguerías catalanas, ¿Qué consejo les da usted que conoce más de cerca ese ejemplo?

-Las veguerías, en la medida que se desarrollen van a nacer de las diputaciones, va a suponer una evolución y puede ser un modelo a tener en cuenta. Pero tenemos que desarrollarlo en un marco de crisis económica.

-¿Cómo ve la realidad del Bierzo, qué imagen se lleva?

-Vengo cada verano y veo a una comarca en evolución. Estamos consiguiendo una España más fuerte, gracias a que sus territorios son más fuertes. Veo al Bierzo con un salto adelante histórico y también sufriendo la crisis económica, pero con energía para salir de ella. Estas zonas salen adelante porque hay ciudadanos que creen en ellas.

-De aquí lleva oxígeno para su próxima agenda política.

-Tengo unas elecciones en Cataluña dentro de mes y medio, complejas, porque nos cae en medio de la crisis. Pero, con un candidato serio y solvente como es el presidente Montilla. Tenemos por delante los presupuestos. Con el aire que consigo en Balouta, en Ancares y en el Bierzo tengo oxígeno para un año político que será duro.