La producción de pimiento se reduce a la mitad ante la fuerte caída de las ventas

El Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida del Pimiento Asado del Bierzo batió el año pasado su propio récord de producción y transformación. La del 2011 fue, sin duda, la añada más buena que recuerdan los agricultores y las industrias transformadoras de este fruto. Se recogieron cerca de 200.000 kilos de pimientos y se transformaron unos 250.000 tarros. Pero esta campaña será bien distinta. Aunque todavía es pronto para hacer un balance de la cosecha —el pimiento no se recoge hasta después de las fiestas de La Encina— hay algo que ya viene marcado desde el origen de la campaña. La caída de las ventas del producto transformado que comercializan las industrias ha influido negativamente en la producción. Los agricultores han pasado de plantar 20 hectáreas a una decena reales —aunque hay 17 inscritas— por lo que la cosecha se reducirá a unos 100.000 kilos.

El presidente del Consejo Regulador de la IGP del Pimiento Asado, Pedro García, explicó que los almacenes de las industrias están rebosantes de stock y hasta que no dé salida a esos botes no van a transformar grandes cantidades. «Hay industrias que no van a transformar ni un solo kilo de pimientos», ejemplificó García, destacando que es la primera vez en la historia de la marca de calidad que ocurre esto.

«Hay una cantidad de excedentes que otros años a estas altura era impensable. El stock es elevadísimo porque el pimiento no es un alimento de primera necesidad y, con la crisis, no se vende igual que antes», apuntó el responsable de la IGP, recordando que «desde el Consejo siempre se ha insistido a los agricultores que plantaran más porque las industrias se quedaban cortas». Es decir, había demasiada demanda y poca oferta.

Este año, por primera vez, ha sido al revés. Ahora las propias empresas transformadoras han aconsejado a los productores que no planten en exceso porque no pueden absorber toda la producción. «De no ser por esto, si las industrias hubiera tenido necesidad, los agricultores hubieran plantado mucho más, pero hay que equilibrar el stock», apuntó Pedro García, sin especificar cuál es la cantidad de excedentes que no han sido comercializados, dado que cada industria —en el Bierzo hay ocho asociadas al Consejo Regulador— maneja sus propios números.

No obstante, en ningún caso los pimientos sobrantes se desperdiciarán, ya que pueden venderse directamente en mercados y tiendas.