El Seprona descubrió otro lazo a 60 metros de la trampa que mató a la osa
El ejemplar de 140 kilos de peso apareció a menos de cien metros del pueblo de Cariseda.
Foto tomada por los agentes de la Junta, difundida en twiter por la Fundación Oso Pardo. JCYL
C. FIDALGO | PONFERRADA
Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil descubrieron otro lazo de acero a unos 60 metros de la trampa que mató a la osa que el pasado domingo aparecía estrangulada en las inmediaciones de la localidad de Cariseda, en el término municipal de Peranzanes.
El segundo lazo ilegal estaba sin usar, según fuentes próximas a la investigación, que trabaja con la hipótesis de que lo colocara la misma persona que el que atrapó al ejemplar hembra de oso pardo y 140 kilogramos de peso. La hembra, de seis años de edad, según los primeros análisis veterinarios, apareció muerta en torno a las 12.30 horas del domingo en la senda de la presa del Molino, aguas abajo del río Cúa y en terrenos del coto de caza de Faro y Cariseda, a unos noventa metros de esta última localidad.
No es la primera vez que un lazo ilegal captura a un oso en el Alto Sil. La muerte de la plantígrado por el lazo de acero, empleado por los cazadores furtivos para atrapar jabalíes o corzos, tuvo un antecedente en el año 2008, cuando una trampa similar dejó malherido a un macho. El lazo le rodeó entonces la pelvis, según recuerda la Fundación Oso Pardo, que desde su creación en 1993 ha retirado hasta 1.537 lazos de los montes de la Cordillera Cantábrica y ha denunciado a 18 lanceros.
Quien haya colocado el lazo que estranguló a la osa se enfrenta a un delito, más que a una infracción administrativa, porque la trampa ha causado la muerte al ejemplar. La Junta recuerda que hay procedimientos legales para controlar a los jabalíes.