El eterno comunicador

maría carro | ponferrada

Han sido muchos los homenajes que el Bierzo ha brindado a Ignacio Linares como ese gran comunicador que sentó las bases del periodismo local; pero, más allá de su faceta profesional, el alma del Mago Chalupa tenía una faceta humana, personal y familiar que el Instituto de Estudios Bercianos (IEB) quiso ensalzar ayer y lo hizo de la mano de quienes mejor le conocían: su esposa, Yolanda Ordás, y sus cinco hijas. Todas mujeres que le adoraban y que ayer le dieron voz en la semblanza de las terceras Jornadas de Historia Local y Patrimonio del IEB.

Fueron sus hijas Beatriz y Yolanda Linares Ordás las encargadas de desgranar la versión más familiar de Linares. Contaron anécdotas de su vida, hablaron de su gusto por las bellas artes, la música clásica, la escritura y contaron, como apoyo, con testimonios sonoros que son historia del Bierzo.

«Era un genio de la comunicación porque hacía un periodismo cercano, veraz, contrastado, de trinchera, del que busca, elabora y trata sus propias informaciones y lo hace con optimismo», dijo otra de sus hijas, Sonia Linares, hoy directora de la emisora que él creo junto a Luis del Olmo. Ella fue la encargada de repasar su vida profesional y en esa labor contó con la colaboración de dos de los discípulos de Ignacio Linares: el director del Diario La Rioja , José Luis Prusén; y el director de Es Radio Castilla y León, Florencio Carrera. Dos hombres que coincidieron en destacar la faceta humana del homenajeado por encima de la profesional y no negaron la importancia que Linares tuvo en su desarrollo periodístico.

«Yo descubrí el Bierzo a través de los ojos de Ignacio Linares. Me enseñó a descubrir esta profesión y a ser mejor persona», dijo Prusén. «Ignacio Linares para mí representa lo mejor de esta profesión: un hombre todoterreno, polivalente, siempre enseñando a los que empezábamos», destacó, por su parte, Florencio Carrera.