El filón que descubrió Lazúrtegui

Fue Julio Lazúrtegui, aquel ingeniero vasco que quiso convertir al Bierzo en una nueva Vizcaya, el que descubrió lo que después se llamó Yacimiento Wagner y que acabaría tomando forma con la concesiones mineras que se extendieron entre Calamocos (Castropodame) y Brimeda (Villaopistpo de Otero, al norte de Astorga, según recuerda Intauxma en su estudio preliminar. Aquel yacimiento de hierro permaneció durante medio siglo «durmiente como un sueño desvanecido entre la bruma de los altibajos económicos», según cuenta Víctor del Reguero en Las gafas del Belga , el libro donde analiza la minería del Bierzo y Laciana a través del empresario Marcelo Jorissen.

Intauxma también recuerda en los antecedentes de su proyecto que la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) habían comprado las minas de hierro para levantar una factoría siderúrgica en Ponferrada que usara como combustible el carbón de sus minas. «Este proyecto no fraguó, lo que sumado a unas perspectivas nada halagüeñas desde el punto de vista de la demanda, explica que las minas no estuviesen a pleno rendimiento hasta mediados del siglo XX, cuando se produjo una fuerte demanda externa del mineral», explica la nueva empresa.

Tras unos años de preparación las minas de Coto Wagner entraron en producción «a comienzos de 1952», según Intauxma. Y el primer cliente fue la empresa alemana Friedrich Krupp Hüttenwerke AG, que en 1954 recibió el primer pedido de mineral de hierro berciano procedente del puerto de Vigo, donde en 1964 la empresa instaló un cargadero diseñado a base de cintas transportadoras y puentes móviles en la ría. Del Reguero asegura que la plantilla inicial del Coto Wagner ocupaba a más de 250 obreros y que en 1957 la MSP fue «la principal exportadora española de hierro, con una producción de 465.154 toneladas».

El Coto Wagner llegó a contar con cerca de quinientos trabajadores, según Intuxma. Un teleférico de dos kilómetros de longitud trasladaba el mineral de hierro extraído hasta la estación ferroviaria de San Miguel de las Dueñas, y de ahí a Vigo. Los archivos de la MSP cifran en 13 millones de toneladas el hierro extraído en tres décadas y 1975 fue el de su mayor producción con 800.000 toneladas. Tres años después, los mismos altibajos económicos que la tuvieron medio siglo dormida cerraban la mina de interior y en 1982 también el cielo abierto.