La producción térmica alcanzó los 2.150 Gwh en el primer semestre

j. c. f. | Ponferrada

Todos los condicionantes externos han jugado a favor de las térmicas en el primer semestre de 2017, hasta el punto de revelarlas como imprescindibles para el mantenimiento del sistema energético nacional. Así lo demuestran los datos de producción que arroja el primer semestre de este ejercicio, cuando, ante la falta de suministro en Francia por la entrada en revisión de las centrales nucleares, el problema de suministro de gas a los ciclos combinados de la costa española y la ausencia de precipitaciones y viento, la producción en las dos térmicas bercianas se ha disparado hasta los 2.150 Gigavatios/hora.

Una cifra que comparada con lo generado en el mismo periodo del año anterior supone un incremento del 370% (en el primer semestre de 2016 la producción de las centrales térmicas de interior se había desplomado hasta un 81%). Y es que si entre enero y junio de 2017 las centrales de Anllares y Compostilla evacuaron por las líneas de Red Eléctrica Española 2.150 Gwh, en 2016 la energía producido había sido únicamente de 452 Gwh. Lo producido en el año 2015 se aproxima más a lo que ha sido el periodo enero-junio de este año, aunque ligeramente inferior, al producirse entonces 1.745 Gwh.

Por centrales, los datos de energía evacuada a través de las líneas de REE apuntan a que los tres grupos de la central térmica de Cubillos del Sil habrían producido en torno a 1.650 Gwh, mientras que el único grupo con que cuenta la térmica de Anllares, en el municipio de Páramo del Sil, generó 509 Gwh. Un año antes, esta central permaneció inactiva durante cinco de los seis primeros meses del año, produciendo únicamente 16 Gwh, en el mes de enero.

Hay que recordar que desde la dirección de Unión Fenosa se ha anunciado la intención de adelantar el cierre de la central de Páramo —sin agotar las 17.500 horas que tendría de vida útil— y su desconexión de la red se podría producir a lo largo de 2018. En este periodo, Anllares ha echado mano del carbón nacional que tenía apilado en su parque —en torno a un millón de toneladas al inicio del ejercicio— y podría haber ‘descontado’ en este semestre en torno a 1.500 horas de actividad.

Por lo que respecta a Compostilla, la lógica apunta a un descenso de la producción en lo que resta de año. No sólo por la previsible entrada en escena de las fuentes alternativas que han permanecido prácticamente desaparecidas hasta ahora (viento y agua), sino por la revisión de mantenimiento a la que se someterá el grupo IV en el próximo semestre.

Con todo, los meses de verano siempre han sido positivos para la producción de origen térmico por el incremento de la demanda de energía para los aparatos de aire acondicionado con los que hacer frente a las olas de calor en todo el territorio nacional.