Prada a Tope explica en la Complutense el secreto de su éxito

Pacho rodríguez | madrid

Ochenta alumnos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Complutense y José Luis Prada, Prada a Tope, dan tanto de sí que la charla del berciano se prolongó durante dos horas y hubo que ponerle fin, porque hubieran seguido. Y eso que al principio, en el encuentro matinal de ayer, igual como debe de ser en estos casos, la reunión empezó con cierto escepticismo.

Así lo detectaba el propio Prada, que, como siempre, demostró que es un libro abierto y andante, dispuesto a que sus experiencias sirvan de enseñanza. «Me ven así, de sport, y al principio me pasa muchas veces, se quedan en lo anecdótico. Hasta que empiezo a hablar...», comentaba.

Y eso, los que le conocen, ya saben que es una cosa seria. Pero en un templo de la Comunicación como la emblemática antigua facultad de Periodismo de Madrid, Prada a Tope dictó una lección de marketing sin llamarlo marketing, o de publicidad sin caer en lo redundante. Tiró de realismo. Para Prada todo se resume en honestidad y entusiasmo. «Si tienes una idea y quieres que salga adelante, tienes que creer. Y ser honrado», explicó. Y añadió como ingredientes imprescindibles el sacrificio y el trabajo, «más en estos tiempos difíciles para todo», aseguró.

«Además de eso que se llama marketing y publicidad, lo que hace falta es, si tienes un negocio, asegurar la atención buena, hacer feliz al cliente y por tu parte creer en lo que haces», enumeró como receta a aplicar en el mundo de los negocios. Con respecto a la propia vocación de los asistentes, el empresario cacabelense quiso a animar a todos a que lucharan por lo que quieran ser pero siguiendo parámetros de honestidad, «porque al final eso eso es lo que perdura», remató. Por ponerse algo técnico, Prada rebatió a los que le dijeron que sin dinero no se podía hacer nada. «Es mentira que sin dinero no se pueda emprender. Creo que es lo contrario. Más que financiación, lo importante es tener ganas y empeñarse», dijo, además de contar su propia experiencia, a través de sus palabras y un video proyectado previamente, en el que se cuentan las aventuras y desarrollo de Prada a Tope como empresa singular y señera que trasciende al Bierzo.

Entusiasmo y resistencia

A los emprendedores, o los que lo quieran ser, les dijo que hay que tener entusiasmo y resistencia, «porque a veces, las críticas peores no son las de los enemigos sino las de los de tu entorno, que con escepticismo ponen en duda tus sueños», relató. Fue como siempre un Prada a Tope en estado puro, que aun conserva la ilusión de apoyar todo lo que lleve implícito el crear riqueza. Por eso a los jóvenes les recomendó no creer vivir en el limbo.

Y al salir, confirmaba sus sospechas: «Están acostumbrados a plomazos académicos y al final se lo han pasado como dios», afirmó.